En marzo de 2020, el Gobierno mexicano decidió fabricar su propia vacuna contra el Covid-19 nombrada “Patria”, en referencia a la obra del poeta mexicano Ramón López Velarde, que buscaba demostrar que México no dependía de otros países para proteger la salud de su población.
A pesar de que Patria se esperaba a finales de 2021, permanece como un proyecto sin finalizar. El último avance presentado sobre la vacuna se dio a conocer el 13 de abril de 2021 durante La Mañanera.
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En esa conferencia, la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, presentó su informe, en el que detalla que la vacuna se encontraba en manos de los laboratorios Avimex, Birmex, de científicos como Constantino López Macías, Peter Palese, Adolfo García-Sastre, entre otros; además de instituciones como el IMSS, la UNAM y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Los laboratorios Avimex tienen experiencia en el sector veterinario pero esta ocasión decidieron impulsarse y ayudar al gobierno a crear la vacuna con la ayuda de tecnología proveniente de la Escuela de Medicina Icahn de Monte Sinaí (ubicado en New York) y la proteína HexaPro de la Universidad de Texas para obtener buenos resultados de vacunación.
Al empezar los análisis clínicos propuestos por Conacyt, se debía llevar a cabo la construcción y las pruebas in vitro; al ser verificadas lograrían ponerse a prueba en ratones y cerdos con el fin de garantizar su seguridad y eficacia para su aplicación en personas, después de ser aprobada de manera preclínica. La Cofepris en coordinación con la Conacyt debían aprobar su certificación farmacéutica.
Una vez comenzada la prueba clínica, se empezarían a fabricar lotes bajo la revisión del Comité Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en Salud Pública, para que los primeros voluntarios estuvieran preparados y recibieran su dosis de la vacuna.
Las pruebas se llevarían a cabo en tres fases a lo largo del 2021: abril-mayo, junio- julio y la última en agosto-octubre. Se esperaba que en diciembre se pudieran autorizar las vacunas como una medida de emergencia.
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La tarea se complicó debido a la vacunación acelerada que provocaron las variantes de Covid-19. No habían suficientes candidatos que cumplieran con los niveles de los anticuerpos que se necesitaban para los ensayos clínicos.
Durante febrero de este se anunciaron los resultados preliminares de la fase 1 en el portal oficial de Avimex, demostrando que Patria es segura y capaz de producir anticuerpos; mientras los resultados de la fase 2, anunciada en agosto, demostraron que no existen efectos graves en las personas que recibieron una dosis de la vacuna.
Tras las publicaciones de las dos fases, el 29 de agosto entró en vigor la tercera, en donde se espera la participación de 3 mil 860 personas de la Ciudad de México, Michoacán y Oaxaca, esto para desarrollar los análisis clínicos de septiembre a diciembre.
Esta fase va a revelar si Patria se usará como otra medida de refuerzo contra el virus.
Las ventajas de esta vacunas son el hecho de ser un biológico mexicano y de aplicación intramuscular e intranasal; además de tener un costo más bajo de las vacunas importadas al país.
GR