El presupuesto que el Gobierno federal tiene planeado para ejercer en 2023 es poco realista, inconsistente y no ataca la desigualdad, consideró México Evalúa.
Los calificativos se atribuyen en función de los supuestos del marco macroeconómico del Gobierno federal en los que los indicadores de crecimiento de la economía mexicana y la inflación son muy optimistas respecto a lo esperado por el mercado, así como por el esquema de distribución del gasto en el que se favorecen determinados programas sociales y obras de infraestructura.
“Es poco realista porque no asume un escenario económico como el que está viendo la mayoría de los analistas nacionales e internacionales para México”, señaló Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público de México Evalúa en la presentación del análisis titulado “10 riesgos y desventuras del Paquete Económico 2023”.
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Y es que, mientras el Gobierno federal espera un crecimiento puntual de 3.0% en la economía mexicana, la más reciente encuesta de expectativas de los especialistas del sector privado consultados por el Banco de México (Banxico) anticipan una expansión de 1.2% para el siguiente año.
Es inconsistente porque, explicó, por un lado quieren reflejar un crecimiento alto, pero los ingresos tributarios son bastante conservadores, con incrementos que rondan alrededor del 1.0% y 1.5% en impuestos como el ISR y el IVA.
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Y además, no ataca la desigualdad porque se está desprotegiendo el financiamiento de enfermedades de las personas sin seguridad social, así como los apoyos dirigidos a las mujeres, mermando un desarrollo económico y social de dichos grupos poblacionales.
“El dinero en el ámbito social está invertido en políticas y servicios, programas públicos que no están resarciendo brechas”, planteó Campos.