El secretario de Justicia de Estados Unidos acusó a China de interferir en el sistema judicial de su país y anunció imputaciones contra 13 ciudadanos de ese país asíatico que presuntamente trabajaban para las agencias de espionaje de Pekín.
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Merrick Garland, que también funge como fiscal general, detalló tres casos separados en los que agentes de inteligencia chinos hostigaron a disidentes dentro de Estados Unidos, intentaron interferir en el enjuiciamiento de un gigante chino de las telecomunicaciones, y presionaron a académicos estadounidenses para que trabajaran para ellos.
Los casos mostraron que el gobierno de China “trató de interferir con los derechos y libertades de las personas en los Estados Unidos y socavar nuestro sistema judicial que protege esos derechos”, dijo Garland.
“El Departamento de Justicia no tolerará los intentos de ninguna potencia extranjera de socavar el Estado de derecho en el que se basa nuestra democracia”, dijo en una conferencia de prensa el máximo responsable del cumplimiento de la ley estadounidense.
Garland hizo la declaración un día después de que el presidente chino, Xi Jinping, obtuviera un histórico tercer mandato.
Funcionarios de Washington han atribuido a Xi un esfuerzo creciente de China durante la última década para robar propiedad intelectual estadounidense y tomar acciones contra los disidentes políticos chinos residentes en Estados Unidos.
Uno de los casos, enfocado en el hostigamiento y la presión a disidentes, fue revelado la semana pasada.
En ese caso, siete ciudadanos chinos supuestamente intentaron obligar a un residente estadounidense a regresar a China. Dos personas fueron arrestadas, pero otras cinco, todas presuntamente empleadas de las agencias de inteligencia chinas, siguen prófugas, probablemente en China.
En el segundo caso, dos presuntos agentes de inteligencia chinos fueron acusados de intentar obstruir una demanda estadounidense contra una empresa de telecomunicaciones china. El documento de acusación no especifica el nombre de la empresa involucrada, pero los detalles mencionados sugieren que el caso se refiere a Huawei.
En 2019, Huawei fue acusada de una campaña sistemática de robo de tecnología estadounidense.
El tercer caso involucra a miembros de la inteligencia china que se hicieron pasar por académicos para reclutar agentes en Estados Unidos.
“En los tres casos y, francamente, en miles de otros, encontramos al gobierno chino amenazando las normas democráticas establecidas y el Estado de derecho mientras buscan socavar la seguridad económica de Estados Unidos y los derechos humanos fundamentales”, afirmó el director del FBI, Christopher Wray.
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