Viena. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, conocidos como el grupo 5+1, aumentaron hoy su presión sobre Irán por su controvertido programa nuclear al presentar en Viena una resolución crítica ante la Junta de Gobernadores del OIEA.
El texto, que condena y crítica las actividades nucleares de Irán y la falta de cooperación con la investigación internacional de su programa atómico, será votado mañana en el pleno de la Junta del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Patrocinada por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania, la resolución insta a la República Islámica a cumplir plenamente y sin atrasos con todas las obligaciones que le exigen las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Estas resoluciones, que incluyen también sanciones diplomáticas, comerciales y nucleares, instan a Irán a que suspenda sus actividades nucleares más delicadas, como el enriquecimiento de uranio, o la construcción y ampliación de instalaciones nucleares.
Las seis potencias señalan en la resolución que para restablecer la confianza internacional en la naturaleza exclusivamente pacífica del programa nuclear iraní es “esencial y urgente” más cooperación por parte de Irán.
Diplomáticos occidentales habían señalado en víspera de esta reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA que el objetivo del grupo 5+1 era enviar un fuerte mensaje a Irán, especialmente para demostrar su unidad.
China y Rusia suelen ser más benévolos con la República Islámica que el resto del grupo, lo que se explicaría, entre otros factores geopolíticos, a su estrecha relación comercial y nuclear con Irán.
En la pasada reunión de la Junta el pasado noviembre, el grupo presentó y adoptó una resolución similar casi por unanimidad, sólo rechazada por Cuba y Ecuador.
En el más reciente informe del OIEA, los inspectores critican a Irán por su escasa cooperación, especialmente para esclarecer las supuestas dimensiones militares del programa nuclear.
Además, en contra de lo exigido por las resoluciones internacionales, Irán sigue aumentando sus capacidades nucleares, tanto en instalaciones como en materiales producidos.
Occidente teme que bajo el paraguas de un supuesto programa nuclear civil, Irán esté desarrollando capacidades atómicas militares, algo que Teherán rechaza vehemente.
Sin embargo, los iraníes tampoco acceden a cooperar plenamente ni a conceder todos los accesos que los inspectores del OIEA exigen para poder dar más garantías a la comunidad internacional.
Mientras tanto, Israel sigue amenazando con un ataque aéreo contra Irán, su principal enemigo, al que acusa de querer su desaparición además de apoyar y financiar a grupos terroristas contrarios al Estado judío.
Una resolución de la Junta de Gobernadores no tiene directamente implicaciones legales, aunque sirve como un buen barómetro para medir el nivel de cohesión en la comunidad internacional ante una posible escalada de la tensión en el conflicto nuclear.