Fotos. AP y EFE
Teherán. Un grupo de manifestantes pidieron hoy la pena de muerte para el autor de la película contra el Islam difundida en Estados Unidos, en una concentración frente a la Embajada de Suiza en Teherán, que alberga la sección de intereses estadounidense en Irán.
Desde ayer, debido a la distribución de la película “La inocencia de los musulmanes”, se han producido ataques contra sedes diplomáticas estadounidenses en varios países árabes y en Libia resultaron muertos el embajador de EU, Christopher Stevens, y otros tres funcionarios del consulado de ese país en Bengasi.
Los concentrados, la mayoría estudiantes y “basij” (voluntarios islámicos), corearon las habituales consignas de “muerte a Estados Unidos” y “muerte a Israel” y dieron gritos por el levantamiento de los musulmanes del mundo contra los blasfemos (EU e Israel).
Los manifestantes quemaron sendas banderas de Estados Unidos e Israel e hicieron un llamado a manifestarse mañana, al término de la oración del viernes, en todas las poblaciones de Irán, contra la distribución de esa película, según dijo uno de ellos.
La Policía tomó medidas de seguridad en torno a la legación suiza.
Previamente, el Gobierno iraní condenó el silencio de EU ante la difusión de la película, que calificó de “blasfema e insultante para el Islam”, sin referirse a los ataques contra sedes diplomáticas de EU en el mundo árabe y la muerte de su embajador en Libia, según la información de la agencia oficial, IRNA.
Para el Gobierno de Teherán, aparte de eventuales obligaciones legales, EU “tiene la responsabilidad ética de bloquear la difusión generalizada y publicación de contenidos que contribuyan a la peligrosa tendencia al odio cultural y la blasfemia contra la nación islámica”.
El presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento, dijo hoy que el presidente de EU, Barack Obama, “debe pedir disculpas a todos los musulmanes del mundo e impedir de inmediato la distribución de esta ofensiva película”.
El autor de la película antimusulmana que ha generado las protestas ha sido identificado como Sam Bacile, pero persisten las dudas sobre si es un nombre real o un seudónimo, y sobre su nacionalidad.
Según el diario The Wall Street Journal, Bacile es un israelí-estadounidense residente en California, cineasta y agente inmobiliario.
(Con información de EFE)