Pablo Escobar Gaviria, el narcotraficante colombiano más temido y perseguido en las últimas décadas, se instala en suburbios mexicanos, estadunidenses, españoles, austriacos, hindúes, australianos, sudafricanos y hasta en Oriente Medio, donde los jóvenes y personas que conocen su leyenda reconocen su imagen en alguna de los 10 modelos de playeras y camisas de la colección Poder-Poder.
“Las 10 mil prendas confeccionadas bajo la marca Pablo Escobar comercializadas en diversos mercados del mundo están a la altura de las grandes casas de modas y diseño”, presume Juan Pablo Escobar Heano, hijo del zar de la cocaína.
Vía telefónica desde Buenos Aires, Argentina, explica a 24 HORAS que esta marca de ropa no tiene competencia, es única en el mundo y ofrece imágenes que hacen reflexionar sobre la violencia generada por el narcotráfico y la crisis de valores humanos.
Juan Pablo, de 35 años, vive en Argentina desde hace dos décadas bajo el nombre de Sebastián Marroquín, para evitar una relación inmediata con el mundo de la mafia, tras su salida de Colombia en la década de los 90.
“Elijo exportar y vender productos no peligrosos para la sociedad, pero mi padre prefirió traficar con drogas”, se escucha como respuesta, cuando se le cuestiona sobre el legado criminal de su progenitor, quien puso contra la pared al gobierno colombiano con actos terrorista con carros bomba y se le vinculó la ejecución de 10 mil personas.
“Seré muy criticado por vender caramelos o camisetas de Pablo Escobar”, lamenta pero no olvida criticar a saborizantes Maggi, a las armadoras Chevrolet y KIA, a la pasta dental Colgate, a las tabletas Movidol, a las franquicias Farmatodo y Farmacia Holística, a los productos para bajar de pesos Redu Fast-Fast, a Sedal Shampoo, a Pons, a la Dirección de Impuestos y Aduanas de Colombia, a los Seguros de Farabela, así como a Aeroflex Zapatos y a la empresa de telecomunicaciones Comcel, por usar la imagen de su padre, sin un mensaje contra la violencia.
Su plan es destinar parte de los ingresos de la empresa Escobar Heano a la atención de la juventud de Colombia, la cual está expuesta a subirse al tren de la violencia como en su momento le pasó a uno de los fundadores del Cártel de Medellín.
“Mi compromiso como hijo de Pablo Escobar es mostrar los testimonios a los jóvenes para que no se incorporen a las filas del crimen organizado. Fui el primer joven que tuvo la oportunidad de continuar los pasos de mi padre, pero elegí no hacerlo. Desde hace 20 años preferí no ser líder de un grupo criminal, porque viví muy de cerca las vicisitudes y la problemática de ser perseguido por la autoridad y por los rivales”, cuenta el hijo de que fue diputado suplente en el congreso colombiano. “Ahora mi obligación es compartir las experiencias de vida y las razones para estar dentro de una sociedad respetando las reglas y las leyes”.
Además del temor que despertaba Pablo Escobar, muchos lo recuerdan por sus gustos extravagantes, como su zoológico, repleto de animales exóticos. Incluso recientemente se han escrito reportajes de los cazadores de hipopótamos que persiguen a algunos de esos animales que se quedaron sin dueño en Colombia y dominaron algunas zonas salvajes para sobrevivir fuera de cautiverio.
Es muy respetado en Medellín, donde incluso se realiza un tour para conocer su historia y la gente va señalando canchas de futbol o barrios que ayudó a construir para pagarle a sus soldados y sus familias, una baja o un premio. Fue asesinado el 2 de diciembre de 1993 en Medellín, luego de años de controlar con extrema violencia sus mercados y a sus enemigos.
“No conocí de frente su costado violento, me tocó recibir unos valores humanos siendo un niño y se ocupó de formarme como un ser humano de bien y que no siguiera sus pasos, sino que eligiera yo los míos”, ataja, al preguntársele por la violencia generada por aquel mítico narco.
¿Cuándo vivías a su lado imaginaste ser empresario?
No. Cuando vivía con mi padre tenía los minutos contados y es un milagro estar hablando de este negocio.
¿Hay en el mundo otra persona con las cualidades buenas y malas de Escobar?
No todos los días nacen personas como Pablo Escobar. Él fue una persona muy pobre desde nacimiento y nunca se olvidó de sus pares, que continuaron viviendo en esas condiciones, porque cuando se convirtió en millonario compartió su fortuna y devolvió la dignidad a cientos de familias. Sin embargo, se debe concientizar a la población para que no se repita su vida negativa.
¿Tú padre es un mito?
Mito construido con mucho éxito por los medios de comunicación y se edificó un producto y despliegue mediático. Se ha terminado convirtiendo en un mito que todo el mundo cree saber su historia. Y como su hijo conozco una muy diferente a la que me cuentan.
¿Cómo era un día con Pablo Escobar?
Fue el mejor papá del mundo y un gran amigo. Le aprendí cosas positivas, la sensibilidad por apoyar a los pobres y ser humilde en todas las condiciones de vida.
Escobar Heano, la microempresa, fundada con los ingresos obtenidos del arquitecto, emplea a siete personas y subcontrata a empresas de textiles, que cuenta con infraestructura para elaborar más del millón de prendas previstas para ser vendidas en 2013.
Este emporio no se compara con el construido por Pablo Escobar, que fue incluido por Forbes, en 1989, como el séptimo hombre más rico del mundo, al calcularle una fortuna de nueve mil millones de dólares.
“Una de las playeras luce la libreta de ahorros de 1973 y la frase extraída de cartas escritas a la familia: Algunas inversiones te dejan en ceros ¿Cuál será la tuya? Con ello se busca generar una reflexión entre la juventud para que se den cuenta que el final Pablo Escobar fue trágico, provocó destrucción y se perdió en la guerra”.
También hay imágenes de las tarjetas de crédito del enemigo número uno de Estados Unidos, la licencia de conducir, la cedula de ciudadanía, el certificado judicial y policial, así como un permiso de libre tránsito en zonas diplomáticas y militares de cualquier país, el cual le fue otorgado cuando fue representante de la cámara en Colombia, añade.
El empresario recuerda que tiene en el mercado una línea de jeans que no usa la imagen ni el nombre de Escobar. Sin embargo, se comercializará una nueva colección de pantalones, que traerán una leyenda en los bolsillos en las próximas semanas.
Las playeras tienen un precio que va de los 65 a los 95 dólares. La marca se dio a inversionistas para que la comercialicen en México. Desde el anuncio de la apertura de boutiques en Culiacán, Guadalajara y Monterrey, se creó una euforia entre los mexicanos. Y ahora, a través de las redes sociales piden comercializar las prendas también en el Distrito Federal y Sonora.
“La idea es expandirnos en todo México, para llevar el mensaje de paz a los jóvenes, para que no entren a la delincuencia y mucho menos sean sicarios”, advierte.
Juan Pablo Escobar Heano rechaza tajantemente que un plan de negocios específico para México, donde se libra una encarnizada lucha contra el narcotráfico, ya que también se han abierto tiendas en Los Ángeles, Nueva York y en Austria. Además, se incursionará en los próximos meses en España, Australia, Medio Oriente, India y Sudáfrica.
Asegura además que no se trata de ensalzar la figura del narcotraficante creando marcas para Martín Valverde, el santo venerado por el narco, o de Joaquín El Chapo Guzmán; ni tampoco hacer una apología del narcotráfico.
“No es nuestra idea. Lo único que nos interesa es vender la vida de Pablo Escobar. No queremos usar otros nombres e historias”, refuta.
“Me da mucha tristeza lo que está sufriendo México en este momento, porque se vive y sufre la historia de Colombia de los 80 y 90. No es una responsabilidad de México, sino de la sociedad mundial que está obligada a resolver los problemas de salud pública”.
Para el heredero del zar de la cocaína, hay que buscar alternativas para combatir este mal.
“El camino de la violencia o de la guerra conduce a la autodestrucción de la democracia de América Latina. Hay que buscar y encontrar alternativas para resolver los problemas generados por el tráfico de drogas, el cual no es un problema exclusivo de México, sino son derivados por políticas de la comunidad internacional que permiten la corrupción”, concluye.