En un operativo encabezado por el Ejército y la Guardia Nacional, fue detenido Ovidio Guzman, El Ratón, hijo de Joaquín, El Chapo Guzman, y una pieza clave en el Cártel del Pacífico o de Sinaloa.
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El operativo y posterior movilización del Cártel del Pacífico dejó un saldo de al menos seis personas muertas, entre ellas un teniente coronel; también se registraron 29 lesionados (21 policías y ocho civiles, así como el despojo de 250 vehículos, de acuerdo al Gobierno de Sinaloa, en un evento que se ha dado por llamar el “Jueves Negro”.
Todo comenzó en la zona de Jesús María, al norte de Culiacán, donde luego de seis meses de labores de inteligencia, elementos militares y de la Guardia identificaron un convoy fuertemente armado, incluyendo vehículos con blindaje artesanal.
De inmediato, procedieron a rodear a los vehículos e intimaron a rendirse a los escoltas de Ovidio Guzman, pues era el hijo del Chapo quien se trasladaba con el dispositivo de seguridad.
De acuerdo al general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los sicarios abrieron fuego contra los elementos militares y de la Guardia, por lo que estos respondieron conforme a la Ley Nacional del Uso de la Fuerza.
En redes sociales circularon diversos videos de disparos realizados con municiones trazadoras desde presuntos helicópteros militares, quienes habrían buscado contener el embate de los sicarios.
Ya con Ovidio en su poder, los militares lo trasladaron en aeronaves hacia la Ciudad de México, donde fue recibido en la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO).
Atrás quedó Culiacán, donde de inmediato el Cártel del Pacífico se movilizó para realizar bloqueos, balaceras y despojo de vehículos, pero sin poder rescatar al hijo del Chapo.
Traslado al Altiplano
Ya en la Ciudad de México, el hijo del Chapo Guzman permaneció en las instalaciones de la FEMDO durante unas horas, para ser puesto a disposición del Ministerio Público federal y determinar su situación jurídica.
Mientras que a las afueras del lugar, vehículos blindados tipo Rhino patrullaban y helicópteros mantenían un dispositivo de vigilancia aérea.
Finalmente, por la tarde el detenido fue trasladado al penal del Altiplano, donde alguna vez estuvo recluido (y se fugara) su propio padre.
Además de los cargos que enfrenta en México, Ovidio es requerido por el Gobierno de Estados Unidos, acusado de conspiración para traficar cocaína, metanfetaminas y mariguana entre los años de 2008 a 2018.
Al respecto, el canciller Marcelo Ebrard aseguró ayer que no se realizará una extradición exprés a los Estados Unidos.
“No podríamos extraditarlo o proceder a extraditarlo en estas circunstancias el día de hoy o mañana o pasado. No se podría. Tenemos que cumplir las formalidades que la ley nos impone”, aseguró.
El hijo del líder del Cártel de Sinaloa ya había sido capturado el 17 de octubre de 2019 por elementos del Ejército, pero fue liberado luego de la presión del cártel sobre Culiacán, evento ahora recordado como el Culiacanazo.
LEG