Eran las cinco de la mañana del sábado cuando llegué al estacionamiento de la Nueva Viga con unos amigos para comprar los pescados y mariscos. Siempre que voy, procuro hacerlo en grupo, para así poder comprar más cosas, incluyendo pescados enteros que podemos compartir entre todos. Ahí mismo en el mercado pueden filetearlos para llevártelos en porciones. También la idea es que, dependiendo de lo que encontremos, podemos comprar lo necesario para reunirnos una vez más a mediodía para comer juntos y degustar las delicias que encontramos en esa visita.
A la fecha, este mercado es el más grande en América Latina dedicado a la compra-venta de pescados y mariscos y únicamente es superado por el mercado de Tsukiji, en Tokio, que cambiará de ubicación en el 2014. Siempre me ha sorprendido como para los turistas que visitan Japón visitar Tsukiji es obligado y cuántos de nosotros, aun viviendo en la Ciudad de México, no conocemos la Nueva Viga.
En la Nueva Viga diariamente se comercializan en promedio 700 toneladas de productos al día en 90 mil metros cuadrados que incluyen 450 locales comerciales, según datos del mismo mercado. Este es el lugar en donde se concentra la mayor oferta de pescados y mariscos en el país. Por lo mismo, aunque el sentido común nos diga que cuando vamos a la playa estamos comiendo un pescado recién extraído de sus costas, lo más probable es que éste haya tomado una pequeña desviación y pasado por la Nueva Viga para después encontrar su camino una vez más hacia la playa.
No hay nada como llegar temprano para encontrar la mejor selección de pescados. Aunque abren a las tres de la mañana, aun entre las cinco y seis puedes encontrar una muy buena selección de ingredientes. Eso sí, si te das una vuelta a las nueve lo más probable es que ya lo mejor del día se haya vendido. Siempre la gran incógnita es por dónde empezar. Lo más recomendable es deambular entre los pasillos, viendo qué cosa te llama el ojo.
Para ubicarte, la venta de mayoreo está en los pasillos A y B, el C y D son para minoristas. En los pasillos A y B podrás comprar pescados enteros de primera calidad para luego filetearlos. Eso sí, ¡ni se te ocurra pedir un filete porque sólo podrás comprar el pescado entero! Para camarones recomiendo el pasillo C, la bodega 42 que vende de todas las medidas. En el pasillo D, encontrarás varios puestos que ofrecen venta al menudeo de ostiones, almejas y pata de mula, así como callo de hacha y langosta. Si te gustan los pescados secos enchilados, también en este pasillo, en el local 43, encontrarás una amplia variedad.
Recorremos el mercado entre los gritos de “güerita, ¿qué buscaba? ¿qué le damos? ¡pásele, pásele!” La música y los chiflidos de los cargadores que van y vienen agresivamente con sus diablitos, se funden con los aromas a pescado del lugar. Poco a poco voy encontrando todo tipo de ingredientes que me coquetean y piden que los lleve conmigo. Así, mi bolsa de mandado se va llenando y después de varios viajes al coche, la hielera alberga todo un botín: unos camarones hermosos de gran tamaño, unas almejas que aún están vivas, la mitad de un huachinango fresquísimo cortado en filetes junto con sus huesos para consomé de pescado, unas postas de atún aleta azul, unos pulpos enteros que inmediatamente vi ya preparados como botana a la gallega con sal, aceite de oliva y páprika, mejillones y calamares con todo y su tinta. Mientras hacemos el recorrido, acordamos preparar una gran paella marisquera, por lo que buscamos los ingredientes que nos faltan.
Ya como a las seis treinta de la mañana tenemos todo lo que necesitamos. Para terminar y desayunar, nos dirigimos al puesto de empanadas El Pulpo, una parada obligada cuando visitas este mercado. Aquí las empanadas están rellenas de mariscos fresquísimos, fritos y después sazonados con aguacate, lechuga, cátsup, mayonesa y salsa picante.
En el estacionamiento nos despedimos, con la consigna de vernos como a la una de la tarde para cocinar. Quién diría que con tan sólo levantarte temprano, puedes visitar un lugar que deleitará a cualquier gourmet ávido de cocinar con buenos ingredientes en casa. Espero que tengas maravilloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!
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¿Qué llevar?
1) Ropa cómoda, una chamarra para el frío sin importar la época del año y zapatos cerrados que puedan mojarse y lavarse fácilmente, ya que seguramente todo quedará con aroma de pescado.
2) Un hielera con hielo (se puede preparar desde la noche anterior) para transportar tu pescado de regreso a casa y así asegurar su frescura.
3) Bolsa de mandado que sea fácil de lavar para cargar tus compras.
4) Toallas húmedas para lavarte las manos, ya que si vas a comprar pescado, deberás revisarlo.
5) Procura cargar lo menos posible, ya que los pasillos son estrechos.
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