El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, designó al nuevo subsecretario de Seguridad, pero por lo visto le faltó designar también al nuevo secretario de Gobernación.

Y no, no es que el mandatario mexicano vaya a darle las gracias a su amigo y coterráneo, Adán Augusto López, simplemente que el funcionario dejó de ser -hace varios meses- el interlocutor válido del Gobierno con la oposición y las organizaciones de la sociedad civil.

Augusto López decidió botar la chamba oficial y dedicarse a ser algo así como el secretario nacional de elecciones de Morena.

No se había visto que desde la Secretaría de Gobernación se convocara a un cónclave de gobernadores -de cualquier partido- para darles línea sobre las candidaturas presidenciales.

El tabasqueño número dos -ya sabe quién es el número uno-, realizó una reunión con los 22 gobernadores de Morena a los cuales les fue entregada una carta firmada por Mario Delgado en donde les recomendaba -es un decir- que organizaran eventos con las corcholatas presidenciales en sus estados, incluidos desde luego el propio Adán Augusto y ahora Ricardo Monreal.

Si con la hoy senadora Olga Sánchez Cordero la mediación entre la oposición y el Gobierno fue casi igual a cero, con el tabasqueño no existe.

Llegó, eso sí, muy dispuesto al diálogo y hasta engañó a los panistas con el cuento de integrar siete mesas de trabajo sobre diversos temas de interés nacional.

Pero cuando se cumplió el plazo para dicha instalación, ya ni el teléfono les contestó.

Lejos de lo anecdótico, lo que realmente debe preocupar al país es la ausencia de un mediador entre la sociedad, la oposición y el Gobierno; no es una responsabilidad que otorga el Gobierno, es un mandato constitucional.

Pero si el responsable de la política interna está más preocupado en quedar bien con el Presidente para tratar de ser el bendecido, mal estamos internamente.

El secretario de Gobernación no es interlocutor con los empresarios -no los magnates, ojo, porque ellos tienen línea directa con Palacio Nacional-, ni muchos con la oposición a la que desdeña olímpicamente.

En estos tiempos de crispación social bien haría el tabasqueño en procurar que la división no termine en odio, como ya va ocurriendo en varias partes del país.

Nos hace falta un secretario de Gobernación, sin duda.

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Los dirigentes de las organizaciones de la sociedad civil se reunirán esta semana con los presidentes del PRI, PAN y PRD, a fin de exponer sus planteamientos sobre una agenda política común de cara a la elección de 2024.

Ayer estuvieron con el presidente del PRI, Alejandro Moreno, luego de que el fin de semana pasado se quejaran por no haber sido invitados a la firma de la coalición Va por México.

El priista le externó la disposición de los partidos aliancistas de impulsar la participación ciudadana “y promover la más amplia inclusión en la definición del método para la elección de candidato presidencial’’.

Al encuentro asistieron Gustavo de Hoyos, expresidente de Coparmex, Guadalupe Acosta Naranjo, del Frente Cívico Nacional; Claudio X. González, de Sí por México; Marco Antonio Adame, de Unidos por México; Leopoldo Hernández, de UNE México; Ana Lucía Medina, de Sociedad Civil México, y Andrés Carral, de Poder Ciudadano.

También se reunirán con los candidatos a los gobiernos de Coahuila y el Estado de México.

LEG