En el juicio por fraude contra Elon Musk por tuits engañosos sobre su compañía fabricante de coches eléctricos Tesla, el magnate ha desestimado todas las acusaciones en su contra como “escandalosas”.
Musk aseguró ante el tribunal de San Francisco que “nunca” quiso engañar a los inversores. Con sus controvertidos tuits, expresó sus creencias personales en ese momento y no quería engañar a nadie.
En agosto de 2018, Musk anunció en Twitter que quería privatizar Tesla a un precio de 420 dólares por acción.
La financiación para esto está “asegurada”. El anuncio hizo que las acciones de Tesla fluctuaran, pero Musk luego se retractó. Quedó claro que la financiación era cualquier cosa menos segura.
Posteriormente, los inversores demandaron a Musk. Lo acusaron de mentir y “manipular artificialmente” el precio de las acciones de Tesla con el objetivo de perjudicar a todos los inversores que habían apostado por una caída del precio de las acciones.
Musk dijo en el tribunal que no había escrito que la financiación asegurada fuera “un hecho”. Solo expresó sus pensamientos personales. Y estaba convencido de que la financiación estaba asegurada.
Los tuits sobre Tesla también metieron a Musk en problemas con la Comisión de Bolsa y Valores de EU. Como parte de un acuerdo, tuvo que renunciar a la presidencia de la junta directiva de Tesla, pagar una multa de 20 millones de dólares y tener tuits sobre Tesla aprobados por un abogado.
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