En ruinas, abandonada y deteriorada está la Base de Operaciones, Adiestramiento y Capacitación (BOAC) de la sierra de Guerrero que se construyó para combatir los cultivos de enervantes en la sierra guerrerense, de Durango, Sinaloa, Jalisco, Michoacán y Oaxaca.
Edificado en 2000, durante el periodo del presidente Vicente Fox y cerrado en 2006, antes de que concluyera su sexenio, el centro de adiestramiento federal recibía a policías, militares y agentes federales para su capacitación.
Ubicado en la comunidad El Caracol, en la sierra de Apaxtla, el edificio está abandonado, con murallas, pisos, cimientos y techos destruidos. Los espacios que fueron los dormitorios, comedor, cocina, salón de fiestas, área de aterrizaje con capacidad para seis helicópteros, canchas y alberca están destruidos.
Este centro fue inaugurado por el entonces procurador federal, Rafael Macedo de la Concha, y las instalaciones tenían como objetivo capacitar a los agentes de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI).
La base instalada en medio de la nada y en lo alto de la Sierra, tenía capacidad para albergar a 600 elementos.
Los habitantes cuentan anécdotas de lo que vieron en su momento, pero lo que más recuerdan son “las fiestas y parrandas que se realizaban al interior del centro de capacitación, y que duraban varios días, cuando llegaba la gente en helicópteros”.
La mayor parte de las calles de este pueblo están pavimentadas. Sin embargo, no cuentan con centros de salud y sus escuelas están deterioradas.
Algunos pobladores lamentan que esas instalaciones pudieron ser utilizadas para una institución educativa o para un hospital, pero solo les quedan las ruinas y los recuerdos de lo que fue y lo que pasó en dicha base.
LEG