No se sabe cuándo comenzó el fanatismo por los cómics de superhéroes en el cine, pero 1978 puede ser un buen indicador. Superman, protagonizada por Christopher Reeve, recaudó más de 300 millones de dólares con un presupuesto de 50 millones, consolidando el lugar de uno de los héroes más populares de la historia así como a su casa editorial, DC Comics, como la cuna de esta industria. A esta le siguió Batman en 1989, X-Men en el año 2000 y la trilogía de Spiderman con Tobey Maguire en 2002. Pero las reglas del juego cambiaron en 2008, cuando Iron Man se apoderó del cine, convirtiéndose en el catalizador de no sólo su propia trilogía, si no de un universo interconectado de películas que llevaría a “cintas evento”, donde los superhéroes de Marvel Studios se juntarían para enfrentar amenazas colosales, dando como resultado una franquicia sumamente exitosa y con una narrativa que tardó 11 años en llegar a su galáctica conclusión: Avengers: Endgame en 2019. Tales interconexiones, de la mano del productor Kevin Feige, hicieron a Endgame la segunda cinta más taquillera de la historia.
DC Comics trató de imitar esa exitosa fórmula. Sin embargo, la falta de una narrativa concreta, conclusiones y reuniones apresuradas y falta de calidad en las películas de su línea argumental central convierten a Justice League, la supuesta competidora de la saga de los Avengers, en algo blando.
Sin embargo, eso no le ha restado al estudio un par de hazañas bajo estos años, como el segundo intento de Suicide Squad en 2021, escrita y dirigida por James Gunn. Tal proyecto y Peacemaker, una serie derivada de ese universo, fueron suficientes para darle el voto de confianza a Gunn de llevar a DC por buen camino.
El lunes, el ahora co-presidente de este universo, también responsable de la exitosa trilogía de Guardianes de la Galaxia para Marvel, anunció los próximos estrenos. Entre el séquito de producciones nuevas estará una serie de detectives llamada The Lanterns (con los personajes de Linterna Verde), The Authority (superhéroes estilo The Boys dentro de DC), Paradise Lost (una serie estilo Game of Thrones dentro de la isla donde nació La Mujer Maravilla), The Brave and the Bold (el nuevo Batman con un hijo que hará de Robin) y la cinta Superman: Legacy, con alguien un poco más joven que Henry Cavill, la cual será “el verdadero reinicio” del universo DC el 11 de julio de 2025.
En su discurso, Gunn mencionó que usará a los héroes clásicos como puntos de encuentro para quienes serán “lxs diamantes del mañana”. Una propuesta arriesgada, sin duda, sobre todo cuando se tiene un enorme desorden. Sin embargo, el universo parece estar en las mejores manos posibles para encarar a Marvel, tomando en cuenta que está usando una estrategia parecida: darle popularidad a quienes solo tienen fama en el papel e ir a territorios desconocidos. Después de todo, los superhéroes siguen en boga por ser excelentes formas de escapar de la realidad.
Si Gunn mueve bien sus cartas, 2025 podría ser el año donde, como Iron Man en 2008, hace historia.
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