La legislación electoral federal debe seguir los pasos de la Ciudad de México, donde los comicios se anulan si se comprueba que un candidato rebasó los topes de gastos de campaña, afirmó Jaime Cicourel Solano, director del Centro de Capacitación del Tribunal Electoral del Distrito Federal.
El funcionario explicó que, en ese sentido, el modelo del DF está más adelantado.
En elecciones federales, una de las causas de anulación es que 25% de las casillas no se instale o que la contienda sea absolutamente inequitativa, y que el Tribunal Electoral federal así lo determine, basado en la Constitución.
En la Ciudad de México, cuando se acredita el rebase de los topes de campaña, el Tribunal Electoral no sólo decreta la anulación de esos comicios, sino que el partido y el candidato que cometieron este ilícito son sancionados, además de que no pueden competir en las elecciones extraordinarias que se convoquen.
Durante la participación de Cicourel Solano en el programa de televisión Justicia Electoral a la Semana, el funcionario señaló que en el análisis de validación de elección de jefes delegacionales ese asunto fue al que mayor atención le pusieron los jueces.
Paralelamente, Cicourel explicó por qué, inicialmente, el Tribunal Electoral local dio al PRD dos lugares plurinominales en la Asamblea Legislativa. Dijo que la Constitución federal y el estatuto de gobierno establecen una “cláusula de gobernabilidad”, que indica que -en determinados casos-, si una fuerza política obtiene un cierto número de asambleístas, pero no obtiene la mayoría en la Asamblea, se le pueden dar más escaños a través del sistema de representación proporcional para para que obtenga la mayoría absoluta.
Indicó que se discutió mucho, porque hay una tesis aislada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que subraya que la cláusula de gobernabilidad sólo puede aplicarse a partidos y no a coaliciones ni a candidaturas comunes. Y en el caso del Distrito Federal, los diputados que llegaron fueron en una coalición y en una candidatura común de tres partidos: PRD, PT y Movimiento Ciudadano.