Son dos coaliciones con bases distintas.
Una, la gubernamental, se presenta como un frente sólido y al final los tres partidos se harán el reparto del resultado a favor de Delfina Gómez entre Morena, PT y Verde.
Muy al estilo de la cláusula llamada vida eterna y tan criticada por todos, hasta en Palacio Nacional, porque la fuerza electoralmente mayoritaria le transfiere votos a las más débiles.
En el otro frente, el opositor, los partidos PRI, PAN, PRD y Panal se manejarán diferente.
Los cuatro tendrán la figura de Alejandra del Moral en la boleta y suyos serán todos los sufragios, pero cada uno deberá conseguir simpatizantes y votantes a fin de mantener su registro.
En las negociaciones de los dirigentes Alejandro Moreno, Marko Cortés, Jesús Zambrano y Luis Castro Obregón campeó una historia de hace seis años, en el triunfo de Alfredo del Mazo.
Los entonces dirigentes del Verde reclamaron posiciones porque, aseguraban, ellos aportaron los votos de la diferencia del triunfo.
-A ver, demuéstrenmelo -pidió Del Mazo, y no hubo manera.
A GOBIERNO DE COALICIÓN
El acuerdo tiene implicaciones administrativas y de política pública novedosa.
Para empezar, un Gobierno de coalición -primero en la historia reciente- exigirá un reparto de posiciones donde esté representada la fuerza de cada una y por supuesto también la población civil.
El referente inmediato es la elección intermedia de 2021.
Entonces la alianza hoy aglutinada en torno a Alejandra del Moral superó con medio millón de votos a la del Gobierno morenista: PRI con 850 mil, PAN con 600 mil y PRD con 225 mil en números cerrados.
Esos números coaligados, más los malos gobiernos en los ámbitos municipales, les permitieron recuperar el llamado corredor azul -Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán y muchos más-, avanzar en el oriente del Valle de México y continuar unidos.
Con esas perspectivas trabajan y por eso Del Moral se lanzó a la conquista de la populosa de Texcoco y su zona aledaña.
Ya se verá si su grito de guerra –“¡Ya tomamos Texcoco y les vamos a ganar!”- se cumple.
CONCANACO Y CANACINTRA
1.- En la Concanaco amaga un conflicto.
Los comerciantes afiliados a esa Confederación piden una auditoría seria para saber si se han aplicado correctamente sus cuotas.
El reclamo lo siente el presidente Héctor Tejada, cuya reelección peligra, porque el tesorero Octavio de la Torre no justifica los gastos.
Los problemas afloraron con gritos y reproches en la sesión de diciembre, pero el jueves 16 puede ser día cero ante tanta presión de la militancia.
A estar pendientes.
2.- En contraste, la Canacintra parece encaminar su futuro por buena senda.
Una candidata a presidirla, Esperanza Ortega, se sumó al proyecto de María de Lourdes Lulú Medina y juntas hacen campaña para darle nueva vida a la cámara en beneficio de 50 mil industriales inscritos.
El tercer candidato es José Manuel Sánchez, atrás en las encuestas.
Y 3.- En Quintana Roo se creó una unidad especial.
Se llama Comité de Procuración de Justicia en la Fiscalía estatal para impulsar la cultura de las denuncias.
El fiscal Óscar Montes de Oca y el enlace de Seguridad Pública estatal, María Elena García, destacaron como principal objetivo el combate a la violencia familiar por ser uno de los mayores delitos.
LEG