Un nuevo convoy de ayuda entró en las zonas rebeldes del norte de Siria, ocho días después del terremoto cuyo saldo se acerca a los 40 mil muertos conforme pasan los días.
Más de una semana después del sismo de magnitud 7.8, las esperanzas de encontrar personas con vida bajo los escombros se desvanecen, por lo que la atención se centra ahora en proporcionar alimentos y refugio a los damnificados.
Activistas y equipos de rescate en el noroeste de Siria criticaron la lenta respuesta de la ONU en las áreas controladas por los rebeldes, en contraste con los aviones cargados de ayuda humanitaria que han llegado a los aeropuertos controlados por el gobierno.
El convoy está compuesto por 11 camiones de ayuda humanitaria de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo un portavoz en Ginebra.
El secretario general de la ONU hizo un llamado a donaciones de casi 400 millones de dólares para hacer frente durante “tres meses” a las “necesidades inmensas” de las poblaciones víctimas del terremoto en Siria. El balance oficial más reciente es de 39 mil 106 muertos, 35 mil 418 en Turquía y 3 mil 688 en Siria.
ESCASEZ DE ALIMENTOS
En la devastada ciudad turca de Antakya, los equipos de limpieza retiran los escombros e instalan aseos básicos. La red telefónica empezaba a volver a funcionar en algunas partes de la ciudad.
El costo económico de la catástrofe podría ascender a más de 84 mil millones de dólares, de los que más de 70 mil millones corresponden a la vivienda, estimó la federación de empresas Türkonfed. La situación es también grave en la vecina Siria, azotada por una guerra civil de más de una década.
El presidente sirio, Bashar al Asad, aislado y sujeto a sanciones, pidió ayuda internacional para reconstruir las infraestructuras del país, donde la ONU estima que más de cinco millones de personas se quedaron sin hogar. Antes del terremoto, casi toda la ayuda humanitaria crucial para las zonas rebeldes procedía de un solo paso fronterizo.
Más de una semana después del terremoto y contra todo pronóstico aún surgen historias de personas encontradas vivas entre los escombros. Este martes, Seher, una mujer siria de 15 años, fue rescatada después de estar atrapada durante 210 horas.
Además, otro hombre sirio también fue salvado por los rescatistas y llevado en una ambulancia en Hatay, Turquía. Mientras tanto, la ONU pidió 400 millones de dólares para tres meses de ayuda a los afectados.
7 millones de niños afectados
Más de siete millones de niños fueron afectados, aseguró el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que expresó su temor de que hayan muerto “muchos miles” más, al revelar que familias enteras viven a la intemperie tras el sismo están expuestas al frío.
“En Turquía, el número total de niños que viven en las diez provincias sacudidas por el terremoto asciende a 4.6 millones. En Siria, hay 2.5 millones de niños afectados”, dijo James Elder, portavoz del Unicef, en una rueda de prensa en Ginebra.
“Unicef teme que varios miles de niños hayan muerto. Incluso sin cifras verificadas, está claro que los números seguirán creciendo. Todos los días se informa de un número cada vez mayor de niños que sufren hipotermia e infecciones respiratorias”, afirmó Elder.
CON INFORMACIÓN DE AFP.
LEG