Grupo Financiero Santander y sus principales accionistas, es decir, Emilio Botín y familia, les notificarán antes de que termine noviembre de las demandas por obrar “culpable y negligentemente” en la administración y manejo del fideicomiso celebrado el 16 de junio de 1994 por Roberto Garza Sada Jr. en la institución.
“En este momento están corriendo los trámites diplomáticos ante la Embajada de España en México para notificarles que existe una denuncia en contra de Santander y de sus directivos”, aseguró en entrevista con 24 HORAS Gerardo F. Montes Martínez, abogado de las herederas Garza Sada.
Según el representante jurídico del despacho Montes Abogados, en un plazo no mayor a 45 días se les notificará a los accionistas del banco en Madrid, España, todos los pormenores del pleito legal que enfrentan ante la justicia mexicana por la deficiente administración de un fidecomiso.
–¿Cómo se dará la denuncia a través de la vía diplomática?
–La demanda es contra los accionistas y el señor Botín. España tiene la obligación legal de recibir la acción legal tal y como se lo exponga la autoridad mexicana para que se les notifique a los inculpados sobre su situación en esta país.
–¿Santander oculta información a sus futuros inversionistas?
–Sí claro, ya que se esconde la realidad y están ocultando los pasivos contingentes. No obstante, en el último balance emitido por el banco ya habían sido notificados de la denuncia de las herederas de Roberto Garza Sada. Santander está minimizando el problema y les podrá repercutir en su colocación de acciones a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Los abogados del banco no quieren reconocer el grave problema interno que tiene Santander en los fideicomisos. Ese problema daña a todo el sistema financiero mexicano por toda la inseguridad jurídica que crean al negar una responsabilidad, pero la ley es muy clara y hay un delito.
El martes 4 de septiembre de 2012 fue un día de fiesta para el grupo español. Emilio Botín, presidente de Santander, vino hasta la Ciudad de México para dar detalles de lo que representará la colocación de acciones de su empresa en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y el New York Stock Exchange (NYSE).
De acuerdo con el folleto que entregaron a la Securities and Exchange Commission de Estados Unidos, los títulos estarán entre 10.99 y 12.70 dólares, por lo que comenzaron a valorar a Santander México en un máximo de 17 mil 235 millones de dólares.
En medio de esta alegría y promesas de mayor transparencia, 24 HORAS preguntó por la demanda interpuesta por las herederas de Garza Sada en contra de Grupo Financiero Santander, Banco Santander, Sociedad Anónima, Banco Santander México y Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos, en su carácter de principal accionista de la institución; Ana Patricia Botín-Sanz de Autuola y O´shea; Emilio Botín-Sanz de Sautuola y O´shea, y de Francisco Javier Botín-Sanz de Sautuola y O´shea.
Marcos Martínez Gavica, director de Banco Santander México, dijo que no sabía nada al respecto, a pesar de que si hubiera algún problema legal, él debía ser el primero en enterarse.
“Por los problemas personales con nuestro hermano Roberto, relacionados con la herencia, desconocíamos, entre otras cosas, el patrimonio que integra el acervo hereditario; en tal virtud, decidimos iniciar nuestras propias investigaciones para localizar los bienes muebles e inmuebles, cuentas bancarias, inversiones y demás, a nombre de nuestro difunto padre con el fin de que fueran incluidos en la masa hereditaria y distribuidos equitativamente entre los legítimos herederos”, anotan en su demanda las herederas.
En esa búsqueda encontraron un fideicomiso con 10 millones 700 mil acciones comunes nominativas de Grupo Industrial Alfa, registrado ante Santander con el número 48990-0. Por un split -desdoblamiento del número de acciones-, se convirtieron en 36 millones 992 mil 733 papeles comunes del grupo.
Luego de varios meses de investigar, se percataron de que solamente quedan 292 mil 733 acciones en la cuenta. Acusan a Santander por la extracción de patrimonio que aseguran era para repartirse entre cuatro y que calculan hoy vale más de mil millones de dólares.
El abogado criticó el papel asumido por la BMV y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en este caso judicial, quienes están minimizando un problema que puede dañar la imagen del sistema financiero mexicano.
“A la CNBV no le afecta en nada la disputa, porque son un órgano intermedio, pero al público inversionista en su momento sí, porque serán los afectados por la denuncia en contra de esa institución bancaria”, dijo.
Aun cuando CNBV asume su papel sobre esta demanda interpuesta en tribunales de Nuevo León, se requiere esperar a que el juez emita su decisión, opinión y una sentencia definitiva, expuso.
Montes Martínez señaló que la CNBV tiene por ley la obligación de inspeccionar al banco y a través de la junta de gobierno deberían emitir una opinión sobre este pleito, que pone en riesgo al interés de los futuros accionistas.
“En este momento las herederas de Roberto Garza Sada no pueden decir que tenemos la razón, porque no hay una sentencia que así lo determine. Seguiremos peleando, el problema legal este año no terminará”, comentó.
La demanda en contra de la institución financiera se definirá en un plazo de cuando menos tres años, ya que apenas está iniciando y se tienen que agotar todas las instancias legales, anticipó el representante jurídico.
“Aunque hay largo trecho por recorrer vamos a seguir con el procedimiento como lo marca la ley de juicios mercantiles, también seguiremos las averiguaciones para obtener un resultado favorable en el caso de las Garza Sada y veremos las consecuencias para Santander”.
–¿Qué opina de que Santander haga oídos sordos a las denuncias?
–No, he recibido contestación y una propuesta de Santander, creo que están haciendo bien su papel de esperar que los tribunales hagan su trabajo.
–¿Qué opinan las herederas de la demanda?
–Ellas esperan los avances del proceso. El asunto inició con meras suposiciones de la herencia y fuimos encontrando todo estas irregularidades en Santander. Ellas piden que siga adelante la demanda y hasta las últimas consecuencias.