Al cineasta británico Matthew Vaughn se le recuerda por ser el responsable de dos de las mejores películas de superhéroes realizadas en los últimos cinco años: Kick-Ass (2010) y X-Men: First Class (2011), y ahora está de regreso con una cinta de espías que hace homenaje a todos esos filmes que vio de pequeño y que influyeron en su vida: Kingsman: El Servicio Secreto.
El filme está protagonizado por Colin Firth, Samuel L. Jackson, Michael Caine y Mark String, y Vaughn sabía desde el principio que Firth estaría perfecto para el papel principal, pero también estaba consciente que el papel del caballero espía Harry Hart representaba un enorme reto para el actor. En entrevista exclusiva proporcionada por 20th Century Fox, Vaugh comparte su experiencia en este filme de acción que hoy llega a la cartelera mexicana.
¿La idea para Kingsman se dio durante la filmación de Kick-Ass?
No, fue después. Estaba sentado en un pub con Mark (Millar) pero como esto sucede en más de una ocasión, no estoy de hecho muy seguro de cuando fue. Pero se inició con una conversación en un pub de dos fanáticos hablando y extrañamente estábamos en una posición en donde una fantasía la podíamos convertir en realidad.
¿Cuál fue la conversación original?
Hablamos de las películas de espías y en lo serio y crudas en que se han convertido… amo las películas de género. De muchas maneras soy un adulto con la mentalidad de un muchacho. Amo Guardians of the Galaxy pues me llevó a otra galaxia; tiene humor, emoción y quedas impactado por el espectáculo. No creo que muchas de las nuevas películas logren hacer eso. Yo crecí viendo películas de los años 70 y 80, que fue un tiempo bastante fascinante en el cine con Spielberg o Lucas haciendo Tiburón, Encuentros Cercanos, E.T., Cazadores del Arca Perdida, que fueron grandes éxitos de taquilla pero también fueron películas muy bien hechas.
¿Por qué hacer Kingsman?
Creo que la gente está pasando por tiempos difíciles en estos momentos y quieren escapismo puro, me parece que Guardians of the Galaxy marca una nueva tendencia y es lo que la gente quiere en estos momentos; ellos sólo se quieren divertir. Antes que se estrenara Guardians… yo creo que todos aún pensaban que lo crudo era por dónde se tenían que ir, lo realista, y que todo el mundo debía de copiar a Christopher Nolan.
¿Por qué elegir a Colin Firth para este papel?
Estaba buscando a un David Niven de los tiempos modernos; eso era en resumen. Todo el mundo pensó que buscaba algo distinto, me decían algo así como: ‘Oh, estás haciendo un Bond tipo Roger Moore’. Y les contestaba: ‘No, estoy haciendo a un David Niven como espía… no intentamos hacer Bond’. Si intentara hacer a un Bond entonces el personaje de Colin sería alguien totalmente distinto. Las similitudes son que se trata de espías con artilugios y que se visten bien, pero así mismo hay muchas diferencias.
¿Por qué Colin? Bueno, creo que de él la gente aún no sabe realmente mucho; tan sólo lo han visto como Colin quien ha ganado un Oscar interpretando a un rey tartamudo. Y él es mucho más que eso.
Platícanos un poco del personaje de Samuel L. Jackson…
Cuando escribimos el guión estábamos imaginando que el personaje tipo tendría unos 30 años, y habíamos considerado a los sospechosos usuales para ese papel. Pero creo que Sam Jackson es un actor fenomenal y siempre he dicho que ese tipo podría leer el directorio telefónico y sonaría igual de cinematográfico y sofisticado. Estábamos viendo a actores distintos y de repente dije: “¿Y qué tal Sam Jackson?”
¿Qué hay de los artilugios? Cada gran película de espías tiene artilugios muy sofisticados.
Fue difícil crear los artilugios pues con la tecnología moderna puedes comprar cualquier cosa; es por eso que pensé que haríamos algo un poco más retro. Por esa razón pensé en el zapato, el encendedor que estalla y todo eso. Me parece que mi artilugio favorito es probablemente el paraguas.
¿Qué te dejó como experiencia el hacer Kingsman?
Mi actitud acerca de las películas es que me pagan por jugar. Me encanta hacer este trabajo. Cuando no estoy haciendo una película estoy viendo películas. Mi idea de una tarde fantástica es tener una cena agradable, una buena botella de vino y ver una película… enseguida me encuentro en el cielo.
Me siento como el hombre más afortunado con vida. Me toca hacer películas a mi manera y me divierto haciéndolo. Es un momento muy satisfactorio cuando proyectas tu película y escuchas que se ríen cuando lo tienen que hacer, los oyes tomar aliento cuando está planeado y los ves salir con una sonrisa en la cara y sin sentirse que los robaron de dos horas de su vida la cual quieren que se las regreses. Me siento bendecido por hacer lo que amo.