Estados Unidos se encuentra en alerta ante el posible arresto de Donald Trump, inculpado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, que podría ser simbólicamente detenido y esposado, en un hecho sin precedentes para un expresidente.
El sábado pasado, Trump pidió a sus seguidores salir a las calles para “manifestarse” en su apoyo. Un puñado de incondicionales acudieron a la entrada de su fastuoso edificio en la V Avenida de Nueva York, la Trump Tower, con pancartas.
En el sur de Manhattan también está prevista una manifestación “pacífica”, probablemente delante de las oficinas del Ministerio Público local, mientras otros ciudadanos estadounidenses también se dieron cita para pedir el arresto del magnate a quien tacharon de “culpable”.
Ante el temor a posibles tensiones, e incluso violencia, la Policía de Nueva York se coordina con el FBI y la Fiscalía de Manhattan, para evitar cualquier escalada en las manifestaciones que hasta ahora son pacíficas, aunque ya han logrado algunos cierres y bloqueos de calles en la Gran Manzana.
La probable inculpación del exmandatario se daría por comprar el silencio de una actriz porno en 2016, con la que habría tenido una relación, una “caza de brujas”. según calificó el expresidente.
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Previamente, Trump aseguró en su plataforma Truth Social que iba a ser “detenido” este martes, una bomba en plena precampaña por la nominación republicana para aspirar de nuevo a la Presidencia de Estados Unidos en 2024.
Alina Habba, una abogada del magnate, advirtió a CNN que “si (los demócratas) deciden inculparlo por una infracción que realmente no ha cometido, va a generar un caos”.
El principal temor es una repetición del asalto al Capitolio en Washington el 6 de enero de 2021, cuando Trump instó a ignorar los resultados de las elecciones donde ganó Joe Biden.
En las redes sociales, trumpistas prometían impedir la inculpación de su héroe, en particular el grupo “The Donald”, que pide una “huelga nacional” o incluso una “guerra civil 2.0”.
JC