WASHINGTON. La Casa Blanca consideró hoy que la “brutal” ejecución del periodista estadunidense James Foley por parte de los yihadistas del Estado Islámico (EI) es un ataque a Estados Unidos y señaló que baraja distintas opciones en respuesta.

 

El consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, aseguro que Estados Unidos será “implacable” con el EI y hará “lo que sea necesario” para proteger a sus ciudadanos y para que se haga justicia por el “brutal asesinato” de Foley, decapitado por miembros de esa organización en Siria.

 

“Cuando ves a alguien asesinado de una manera tan horrible, (…) eso representa un ataque terrorista contra nuestro país y contra un ciudadano estadunidense”, subrayó.

 

Preguntado en rueda de prensa sobre si Estados Unidos podría lanzar un ataque en Siria contra el Estado Islámico en respuesta a este crimen, señaló que están “considerando activamente lo que va a ser necesario para hacer frente a esa amenaza, y no nos limitarán fronteras”.

 

Rhodes subrayó que no se ha presentado una opción militar concreta, pero “hemos demostrado una y otra vez que si hay una amenaza terrorista, vamos a tomar acción directa contra esta amenaza, si es necesario”, enfatizó.

 

El consejero reconoció que el Estado Islámico “ha ganado capacidad” en los últimos meses y señaló que el Gobierno estadunidense se toma “muy en serio” las amenaza que este grupo puede suponer para Estados Unidos.

 

Según un informe reciente de Soufan Group, una organización que proporciona servicios de inteligencia a Gobiernos e instituciones, más de 12 mil combatientes extranjeros procedentes de 81 países han entrado a Siria desde que empezó el conflicto hace tres años, y de ellos unos tres mil proceden de países occidentales.

 

El informe, que cita datos oficiales proporcionados por los Gobiernos, sostiene que entre los combatientes extranjeros en Siria hay más de 70 estadunidenses, 51 españoles, más de tres mil tunecinos, dos mil 500 saudíes, mil 500 marroquíes, más de 800 rusos, más de 700 franceses, alrededor de 400 turcos y 400 británicos.

 

Cita además unos 250 belgas y 250 australianos, mientras que Chile y Portugal están incluidos entre otras nacionalidades de las que se tienen informes, pero no figura una cifra oficial.

 

La edad típica de un combatiente extranjero es de entre 18 y 29 años, y la mayoría de ellos no tienen formación militar ni conocimiento del islam, de acuerdo con el informe.  DM