Se acercó al stand de la Galería Arróniz y preguntó si le podían conseguir un cuadro original de Frida Kahlo. La fiebre de la célebre pintora mexicana continua intacta. “¿Cuántos años pasaron?”, se pregunta el galerista mexicano Gustavo Arróniz. “El mercado mexicano tiene una gran imagen, una exposición buenísima de nuevos artistas pero los muralistas y Frida Kahlo continúan siendo la actual carta de presentación”.
En los pasillos de Ifema, el lugar de ferias y exposiciones de Madrid, el contraste es gracioso y antagónico. Hay dos ferias estos días: Una de agricultura y la otra es la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCO. Si te equivocas de pasillo te topas con tractores y hortalizas. Arte y agricultura, tan cerca pero tan distintas.
Pintura, fotografía, intervenciones. En cuanto uno se adentra en los pasillos de esta feria, siente sosiego y contento al contemplar las diferentes obras de arte. Este año el país invitado es Colombia y entre los transeúntes, el melódico acento colombiano se escucha sobre los demás. La primera galería mexicana con la que me topo, presume de instalación del artista defeño Ricardo Rendón. Un artista que en sus instalaciones con materiales industriales, rescata el valor de los oficios que desaparecen. Se trata de “Arróniz” y su joven propietario Gustavo Arróniz nos platica que le lleva a cruzar el charco, cada año desde hace cinco para estar presente en la cita madrileña.