El crecimiento de las ventas de autos y el mayor acceso al financiamiento bancario por las bajas tasas de interés, impulsó un aumento significativo en las importaciones de gasolina y diésel, al mismo tiempo que se redujo la capacidad de refinación en el país.
Estadísticas de la Secretaría de Energía (Sener) muestran que la demanda de petrolíferos en el mercado nacional se incrementó de manera vigorasa. De hecho, en la última década, el volumen de barriles importados de gasolina creció 116.8%, mientras que el diésel registra un crecimiento de 304.5%.
Al mismo tiempo se dio un crecimiento considerable del parque vehicular hasta sumar más de 27 millones de unidades. Tan sólo de enero a diciembre de 2016 se vendieron en el país un millón 603, una cifra 18.6% mayor a la reportada en 2015. Además, la cartera de crédito para el sector automotriz subió 16% a noviembre, lo que significó cifras récord en ambos sectores.
Fernando Ruiz, director de Comercio Exterior del Comce dijo que el impulso que presentó el mercado alimentó el apetito de las grandes firmas automotrices, financieras.
La apertura
Cesar Castro, director de análisis económico del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (CAPEM), dijo que la apertura del mercado de las gasolinas se interpretó como un beneficio inmediato para las inversiones al generar mayor oferta de combustibles a un precio competitivo.
Sin embargo, con el esquema de liberalización de las gasolinas y la carga fiscal impositiva en el precio existe el riesgo de que se pospongan las inversiones y la misma demanda de combustibles.
La apertura del mercado de hidrocarburos es favorable para la actividad económica y para impulsar la competitividad del país, ya que se esperan inversiones en infraestructura, incluidos transportación y almacenaje, además de plantas de refinación que permitirían abaratar los costos de operación de las empresas en el sector, señaló Castro.
“En este momento México es atractivo para las inversiones por la debilidad del peso, porque con la conversión del tipo de cambio de dólares a pesos, los costos que generan los insumos, los materiales y la mano de obra se abaratan”, agregó.