En los últimos años se ha hecho más que popular el que un jugador de cualquiera de las 32 franquicias, cuando se retire, ya no piense en ser entrenador en la NFL, sino que su mente se vaya a los medios de comunicación.
Figuras de la talla de Terry Bradhsaw, ganador de cuatro Super Bowls o Troy Aikman, ganador en tres ocasiones del Vince Lombardi, son sólo dos de los más destacados que ya no pensaron en seguir su trayectoria como entrenadores o gerentes en una organización de la mejor liga de futbol americano del planeta.
La lista es larga y no todos ganaron el campeonato, pero todos destacaron y fueron jugadores muy mediáticos y asediados por sus ahora colegas. Dan Marino, Kurt Warner, Steve Young, Boomer Esiason y James Lofton son otros nombres que ahora tienen el micrófono. Es un fenómeno espectacular, pues antes brillaban y todos hablaban de ellos, pero ahora que son los encargados de analizar a los jugadores del presente, se vuelven implacables y, con toda razón, una autoridad en la materia.
Me parece un gran acierto de las cadenas que los contratan, pues nadie puede saber mejor que ellos lo que pasa en un vestidor, en una reunión previa a una jugada o en cualquier campo de entrenamiento durante los meses de marzo, abril y mayo. Pero no todo queda ahí, pues también es una zona de confort para los que usaron unas hombreras y un jersey, ya que siguen cobrando unas grandes sumas de billetes verdes y los millones de aficionados no dejan de pedirles un autógrafo por las calles.
Luego de grandes glorias en los campos de la NFL, es momento de plantearse de qué manera seguir involucrados en el deporte de las tacleadas, y esta semana previa al Super Bowl LI es el mejor sitio para ponerse en los reflectores. Incluso si uno camina por la famosa Avenida de las Américas, no sería nada raro estar con amigos y, de repente, alzar la mirada para ver a Aikman mandando un tuit o a Bradshaw platicar con Dan Marino.
Y es que una vez que llegó la fama, es difícil hacerla a un lado. Nadie lo puede saber mejor que estas grandes figuras que hoy se mueven por toda la sala de prensa al lado de periodistas y aprovechan para convivir con aquellos que cubrían su labor en los emparrillados.
