Un testigo narra cómo estuvo el desvanecimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador en la base aérea militar de Mérida
 

El reto y las amenazas fueron mayúsculas.

Por un lado, el presidente saliente de la Corte, Arturo Zaldívar, estaba muy identificado con Palacio Nacional y no le causó ninguna contradicción, menos se le enfrentó.

Adicionalmente, los 11 ministros fueron a la elección del o la sucesora en condiciones de mucha inestabilidad y bajo presión del titular del Poder Ejecutivo.

Yasmín Esquivel estuvo a un tris de tener la mayoría porque cuatro ministros le habían garantizado su voto, más el suyo, la ponían a una voluntad de superar a Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Él también concitaba simpatías, pero los ataques presidenciales anunciaban un choque entre poderes para susto de quienes pretenden un Poder Judicial autónomo pero también respetado.

Para colmo, hubo críticas incisivas desde Palacio Nacional minutos antes de la elección y fueron definitivas para mover a la reflexión. Dijo el mandatario:

“No sé si sea el más rico (Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena…), pero ese ministro fue, antes de ser funcionario público, encargado del despacho fiscal que defendía a empresas extranjeras”.

Encabezó, según ese dicho, la campaña de devoluciones de impuestos durante el panismo a grandes empresas -incluso representadas por Diego Fernández de Cevallos- con cargo al erario.

CARRERA 100% JUDICIAL

Esos ataques movieron los momios y el destino del Poder Judicial y del Consejo de la Judicatura Federal.

Los 11 ministros cruzaron en privado opiniones sobre la situación imperante bajo dos riesgos: poner a alguien incondicional y ser sojuzgados o buscar la independencia.

Si optaran por lo primero, como sucedió con Arturo Zaldívar, serían por lo menos otros dos años de parálisis en espera de ver qué sucedería con el siguiente Presidente de la república.

Pero si votaran por lo segundo, su voluntad ayudaría a fortalecer su independencia y sería necesario un frente sólido para defenderla como garante de la Constitución y de las leyes.

Así emergió y creció la figura de Norma Lucía Piña.

Su sólida carrera judicial, más el buen ambiente interior en el pleno de la Sala Superior y en el Consejo de la Judicatura Federal, fueron vistos por la mayoría como la mejor recomendación.

Tuvo la mayoría y se ha ganado el respeto de la población con su discreción, pero ni así tiene el reconocimiento del Ejecutivo federal.

Pero con él o en contra, ella conducirá las sesiones donde se votarán los asuntos más caros a la ciudadanía y las independencias del INE y del Tribunal Electoral.

De la democracia nacional, pues.

CARRERA 100% JUDICIAL LEY MINERA PERNICIOSA

1.- Nadie con tanto conocimiento jurídico como la Barra Mexicana, Colegio de Abogados para dar un juicio certero sobre la polémica iniciativa de reforma a concesiones de minería y aguas nacionales.

Afectación de 70 sectores industriales, eliminación de 417 mil empleos directos y 2.5 millones indirectos, daños a 696 comunidades, impacto al PIB industrial 8.6% y al fisco de 70 mil millones de pesos.

Y 2.- Armando Guadiana y Ricardo Mejía desahogaron sus odios en el debate dominical en Coahuila.

Mientras, el priista Manolo Jiménez propuso aprovechar el mercado con nearshoring, generar empleo, bienestar y seguridad para los coahuilenses.

Resumió en una frase: “Sorprenderemos al mundo” con esas acciones y la creación de oficinas en Texas para fortalecer el comercio exterior.

LEG

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