Héctor Zagal
(Profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Panamericana)
No soy futbolero. Cuando alguien me pregunta a qué equipo le voy, prefiero irme por el camino inteligente: “Al que gane”, respondo… siempre y cuando no sea el América, porque uno, aunque ignorante, tiene su dignidad. Como sea, reconozco que este deporte ha tenido historias muy notables a lo largo de toda su desarrollo. Desde mundiales jugados en medio de dictaduras hasta copas robadas que fueron encontradas por caninos ingleses.
Dentro de esos hitos, está la historia del futbol femenil, un camino de resistencia que apenas hace poco empezó a ver frutos. Aprovechando que hoy conmemoramos su día mundial, les cuento un poco de ese recorrido.
El futbol soccer nació en las universidades inglesas, donde la mujer apenas era admitida. Por lo mismo, las mujeres fueron marginadas del futbol. Aun así, las mujeres participaron en este deporte. En 1894, Nettie Honeyball, activista del feminismo, fundó el British Ladies Football Club, el cual sería el primer equipo de futbol femenil en la historia.
La gran puerta se abrió durante la Primera Guerra Mundial. Como los hombres se iban a luchar, las mujeres tuvieron que tomar sus lugares en las fábricas. Por tradición, cada fábrica solía tener su propio equipo de soccer, integrado a la vez por sus trabajadores. De este modo, ante la ausencia de varones, las mujeres también los sustituyeron en la cancha.
La pasión femenil por el fútbol se acrecentó durante este tiempo; sin embargo, eso no bastó para que la Federación Inglesa reconociera como oficial al balompié femenino. De hecho, no lo hizo hasta después de mucho tiempo, en 1969. Increíble. ¿Verdad?
El panorama internacional fue igual de complicado. Oficialmente, el primer mundial de mujeres se jugó hasta 1991. Antes existía uno llamado “Mundialito Femenil” que, a decir verdad, de mundialito no tenía nada. En 1971, la final de ese torneo se jugó en el Estadio Azteca: México contra Dinamarca. Perdimos tres a cero, pero para los mexicanos significó la primera vez que disputábamos una final en un mundial. Lo recuerdo perfectamente. ¡Fue genial!
Apenas hace seis años México tuvo su Liga Femenil. El acontecimiento significó la posibilidad de que muchas más deportistas vieran el futbol como una profesión. Sí, el camino ha sido intrincado y lleno de escollos. Se ha tenido que pasar por malas gestiones, salarios mal pagados, aficiones prejuiciosas y críticas poco profesionales de analistas deportivos. Pese a ello, el futbol femenil sigue luchando por consolidarse como lo ha hecho su homónimo masculino. Es evidente que aún falta mucho por hacer; pero las futbolistas van derrotando a los muchos prejuicios del patriarcado.
México es un país futbolero. La gran final de la liga varonil se ha anunciado por todos lados: Chivas vs. Tigres. Pero qué me dicen de la liga femenil. ¿Cuántos de ustedes podrían decirme qué equipos entraron a semifinales?
Sapere aude!
@hzagal