Desbordadas por la avalancha de inmigrantes, las autoridades neoyorquinas urgieron a la administración de Joe Biden que acelere los permisos de trabajo para los solicitantes de asilo y más ayudas para hacer frente a un problema que deberían repartirse todas las ciudades del país.
TE PUEDE INTERESAR: Biden y McCarthy tienen diálogo ‘productivo’, pero no hay acuerdo
Con el 40% de los hoteles de entre 51 y 200 habitaciones ocupados por solicitantes de asilo, el alcalde de la ciudad, el demócrata Eric Adams, empezó a enviar inmigrantes a otras localidades del estado de Nueva York para “descomprimir” las infraestructuras de acogida, pese a la oposición de comunidades receptoras. Así, baraja limitar la estancia en los alojamientos a cuatro meses.
También evalúa utilizar gimnasios de colegios públicos y hasta hangares del aeropuerto internacional JFK para alojar a los nuevos llegados. Sólo la semana pasada llegaron a esta ciudad de la costa este más de 5 mil 800 migrantes y la anterior otros 4 mil 200, según Adams, para quien la “ciudad está pagando por un problema nacional”.
Actualmente, las arcas de la ciudad proporcionan alojamiento, comida, atención médica o educación a 42 mil de las 70 mil personas llegadas en el último año. En su mayoría, llegaron en autobuses cargados de personas desde estados gobernados por republicanos, en particular de Texas.
Según declaró Adams a la cadena MSNBC, la avalancha de inmigrantes, principalmente de Centroamérica y América del Sur, le ha costado a la ciudad “más de mil millones de dólares” y para este próximo año se “proyecta gastar más de 4 mil millones”.
CON INFORMACIÓN DE AFP.
LEG