Sea cual fuere el resultado de la elección de gobernador en el Estado de México (en Coahuila la alianza opositora tenía una amplísima ventaja), llegó la hora de que los dirigentes del PRI, PAN y PRD definan cuál será el método de selección de su candidato presidencial.

Las dirigencias de los tres partidos dijeron que primero tenían que sacar las elecciones del 2023 para luego dedicarse de tiempo completo a la elaboración del método de selección.

Y no será nada fácil, porque tiene que ser un mecanismo que deje contentos a los aspirantes de los tres partidos y a las organizaciones de la sociedad civil que se les han sumado.

En principio se había planteado la realización de una elección primaria, pero el método está casi descartado pues nada garantiza que pudiera ocurrir una operación de Morena o del Gobierno federal para incidir en los resultados.

Lo segundo sería una encuesta para evaluar al mejor posicionado, o dos sondeos: el primero serviría para descartar a los que menos posibilidades tengan y la segunda sería sólo entre los dos o tres más reconocidos.

No hay por el momento una definición pues cada partido está planteado, hacia sus militantes, métodos distintos.

El más cuestionado ha sido el del panista Marko Cortés, quien anunció que podría pedirse a cada uno de los aspirantes presidenciales la recolección de un millón de firmas, nada más para ganarse el derecho a competir.

La idea fue tan mal recibida que un grupo de exgobernadores, y también el expresidente Vicente Fox, pidió al dirigente panista desistirse.

El dirigente panista no ha respondido porque falta consensuar con sus socios en la alianza qué es lo que procede.

Se espera que, a partir de los resultados oficiales de la contienda en Coahuila y el Estado de México, Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, pisen el acelerador porque ya estamos a mitad del año y aún no se ve un candidato opositor consolidado.

Los resultados de la elección, sobre todo en el Estado de México, podrán condicionar lealtades, como explicamos el viernes en este espacio.

Pero si eventualmente el triunfo fuera de la candidata aliancista, Alejandra del Moral, la coalición recibiría un tanque de oxígeno y le daría un margen de maniobra que no tenía contemplado para elegir a su representante en las elecciones de 2024.

Como sea, el tiempo sigue corriendo en contra de Va Por México.

Ya es su hora.
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En este espacio ya le hemos comentado de la denuncia en contra del presidente municipal de Tula de Allende, Hidalgo, Manuel Hernández Badillo, a quien la Auditoría Superior del estado acusa de un desvío de 60 millones de pesos correspondientes a la cuenta pública de 2021.

La Auditoría estatal presentó una denuncia penal en contra del alcalde ante la Fiscalía General del estado, que encabeza Santiago Nieto.

Sin embargo, Hernández Badillo, quien por cierto presume la cercanía y protección de Jesús Zambrano, presidente del PRD, se amparó en contra de cualquier orden de detención.

Ya se verá en los próximos días si Nieto hace otra jugada de ajedrecista o si el alcalde, que por cierto anda buscando con desesperación una senaduría, se sale con la suya.

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Ricardo Rocha fue sin duda un periodista excepcional.

Decir que dejó escuela es apenas un mínimo reconocimiento a su talento, capacidad y compromiso por el periodismo y su amor por México.

Su presencia siempre le hará falta a este país.

Buen viaje querido Ricardo.

LEG