Ante el relevo de dos integrantes de la Suprema Corte de Justicia, dos magistrados electorales, Alejandro Luna Ramos, y Flavio Galván, se distanciaron de la sucesión; el primero dijo que su hermana Margarita es integrante de ese órgano, lo que imposibilita su llegada, mientras el segundo señaló que no tiene esa aspiración ni ha cabildeado para alcanzar un asiento en el máximo tribunal.

 

Veo muy difícil poder solventar este obstáculo. Entonces, definitivamente, estoy totalmente ajeno a una solicitud de esa naturaleza o aspiración”, dijo Luna.

 

Galván, por su parte, señaló que más allá de aspiraciones o intereses, una designación de ese tipo depende de que el Presidente de la República haga la propuesta y el Senado la ratifique. Para lograr, dijo, “tendríamos que hacer algo para caerle bien al Presidente que ya se va”.

 

El 30 de noviembre de jubilarán dos magistrados de la Suprema Corte, Salvador Aguirre Anguiano y Guillermo Ortiz Mayagoitia; legisladores de izquierda han señalado que los jueces electorales quieren ocupan esas plazas y su fallo, a favor de Enrique Peña, habría obedecido al deseo de ser propuestos.

 

Luna negó que su voto en contra de anular la elección, como lo solicitó el Movimiento Progresista, no “obedeció a un interés futurista. Nosotros actuamos con absoluto apego a la ley, a la legalidad y a los elementos que nos acompañaron”.

 

El presidente del Tribunal Electoral agregó que ninguno de sus compañeros ha manifestado interés en ocupar una de las vacantes en la SCJN, para luego enfatizar que él no tiene interés ni cree contra con una oportunidad para hacerlo.