La determinación de tomar la tribuna durante la votación de la reforma laboral en la Cámara de Diputados el viernes pasado provocó la ruptura del grupo parlamentario del PRD tras los señalamientos entre integrantes de Nueva Izquierda e IDN, corrientes mayoritarias en el partido.
El conflicto se desató luego de que el coordinador de la bancada perredista en San Lázaro, Silvano Aureoles, se deslindó de la toma de tribuna realizada por diputados de IDN, comandada por René Bejarano, además de ADN e Izquierda Social, quienes minutos más tarde abandonaron el pleno ante la inminente aprobación de la reforma laboral. Una medida criticada por legisladores de Nueva Izquierda y Foro Nuevo Sol, quienes se mantuvieron en su curul a lo largo de todo el debate.
“Comprendo que tenían sus razones para irse a manifestar, muy válidas, lo que no se vale es no cumplir los acuerdos establecidos en el grupo porque hacemos que se nos pierda el respeto y el tema esencial para nosotros, defender nuestras ideas y dar el debate de altura, porque somos una izquierda responsable que queremos gobernar al país, no quedarnos pataleando, gritando, siendo el partido del ‘no a todo’. Deslindo la postura del grupo parlamentario de acciones que no se habían acordado”, señaló Aureoles tras la sesión del viernes.
“Ojalá y reconsideren su actitud, porque esto no le ayuda al PRD. Estamos abiertos a platicar y revisar los temas, siempre y cuando haya la voluntad de respetar los acuerdos que se toman”, agregó en entrevista radiofónica.
A las críticas del michoacano también se sumaron las voces más moderadas del perredismo, incluyendo la de Jesús Ortega, líder de Los Chuchos, quien criticó el “radicalismo fútil” de los legisladores que salieron del pleno y “ayudaron a la mafia sindical priista”, en lo referente a la discusión del Artículo 371 sobre la democracia gremial.
“El ultraizquierdismo ayuda al conservadurismo y a la derecha. Las posiciones ultras aíslan a la izquierda de los grandes núcleos sociales. En la votación sobre democracia sindical 248 contra 186, es decir, 62 de diferencia. ¿Cuántos no votaron? 66, y de estos, 48 PRD, 7 MC y los PT”, escribió Ortega en su cuenta de Twitter.
El diputado federal Fernando Belaunzarán incluso fue más allá al señalar un rompimiento directo con Bejarano, a quien acusó de dar línea a sus diputados para “reventar” la sesión.
“Responsabilizo al #señordelasligas por romper acuerdos del grupo parlamentario del PRD. Discúlpenme, pero me da asco estar en el mismo partido que el #señordelasligas. Si quiere irse a Morena que no destruya al PRD”, dijo.
Por su parte, 56 de los 104 diputados perredistas responsables de la toma de tribuna, entre los que figuran la vicepresidenta de la Cámara de Diputados Aleida Alavez y Martí Batres, publicaron el sábado pasado un desplegado en el que expusieron sus razones para responder así a la “cerrazón” de PRI y PAN a la hora de escuchar a los diversos sectores sociales que fueron afectados por una reforma laboral “regresiva”.
Al ser cuestionada sobre las críticas hechas por los sectores más moderados al interior del PRD, Alavez aseguró que la determinación tomada por más de la mitad de la bancada perredista debe ser respetada por sus compañeros.
“Somos mayoría en el grupo parlamentario, más de la mitad, quienes decidimos esto y creo que se debe respetar como tal la decisión a pesar de que haya quienes no la compartan, que volteen a ver adonde está realmente la discusión en esta imposición de la reforma laboral y no en cuestiones internas del partido”, afirmó Alavez en entrevista telefónica para 24 HORAS.
Cuando se le preguntó sobre la actuación de Aureoles al frente del grupo parlamentario del PRD, Alavez prefirió no entrar en polémicas tras asegurar que el PRD deberá resolver sus diferencias internamente.
“Nuestra postura ha sido no debatir este tema públicamente porque es totalmente innecesario, es un error, por eso hicimos un desplegado, para manifestar que somos la mayoría del grupo parlamentario quienes tomamos esta decisión y lo tendremos que resolver al interior del partido”, indicó.
Algunos analistas consideran que la división al interior del sol azteca representa un golpe para Aureoles, cuya autoridad como coordinador de la bancada perredista fue rebasada por poco más de la mitad de los diputados del PRD.