Autoridades de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) rechazan el uso de la fuerza pública para recuperar la totalidad de los planteles tomados por un grupo de estudiantes contrario a la gestión de la rectora Esther Orozco.
Ayer, integrantes de la Red Estudiantil por los Derechos de la Educación (RED) anunciaron para el próximo jueves 4 de octubre una concentración en la plancha del Zócalo, a partir de las 10 de la mañana, para pedir a Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, la intervención del uso de la fuerza pública para recuperar los planteles de esta institución.
Al respecto, Jesús Fandiño Armas, secretario general de esta casa de estudios, reiteró en entrevista telefónica que la institución “no avala” la intervención de los elementos policiacos.
Apenas el viernes pasado ocurrió la toma de Casa Libertad, ubicado en Iztapalapa, el único plantel que seguía funcionando; a raíz del conflicto, en el estacionamiento del lugar fueron instaladas carpas donde los profesores daban clase.
Esa noche, se registraron actos violentos entre miembros de la RED y del Consejo Estudiantil de Lucha, lo que dio como resultado un administrativo, un profesor y tres estudiantes heridos, detalló Fandiño Armas en entrevista.
Al día siguiente del cierre de la última de las cinco sedes de la UACM, el sábado 29 de septiembre, la rectora Esther Orozco rechazó por primera vez hacer uso de la fuerza pública para recuperar las instalaciones, pero dijo que respetaría la decisión del Consejo Universitario si aprobaba esta acción.
El primer plantel cerrado por miembros del CEL fue el ubicado en la colonia Del Valle, el martes 28 de agosto, y unos días después tomaron las instalaciones de las sedes Centro Histórico y San Lorenzo Tezonco, por lo que en la primer semana de la toma fueron afectados unos nueve mil 900 estudiantes, según explicaron en esa ocasión autoridades de esta casa de estudios.
Posteriormente fue tomada la sede Cuautepec y el viernes 28 de septiembre, un mes después del primer cierre, fue bloqueada completamente Casa Libertad, lo que ocasiona que el total de la matrícula -15 mil estudiantes- se queden sin clases.