José Guadalupe Ballesteros, secretario técnico de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala (SSC), tiene un largo historial de irregularidades, incluso, estuvo en prisión acusado de coalición de funcionarios y robo calificado.
Durante el sexenio de Lorena Cuéllar se le ha acusado de encabezar operativos para reprimir a estudiantes, manifestantes y mujeres, por lo que se ha exigido su renuncia.
Tras la renuncia de Raúl Ruiz a la Secretaría de Seguridad de Tlaxcala, en noviembre de 2022, Ballesteros quedó como el encargado de la dependencia, hasta mediados de enero de este año, cuando se nombró a Ramón Celaya Gamboa como titular.
En su perfil público, alojado en la página electrónica del Gobierno tlaxcalteca, presume que también se desempeñó como primer comisario de Policía y Tránsito, con actividades de coordinador de operativos, capacitador de nuevos elementos, escolta de funcionarios y artistas, resguardo de instalaciones y respuesta a contingencias de seguridad.
Sin embargo, no incluyó que, a finales de agosto pasado, durante la gira que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador por Tlaxcala, la camioneta del mandatario fue interceptada por un grupo de manifestantes que le exigieron revisar el caso y ayudar a que el funcionario fuera cesado por la represión a pobladores de Chiautempan, tras un caso de linchamiento de un presunto ladrón.
FUE SEÑALADO POR ENCABEZAR A POLICÍAS DISIDENTES
En octubre pasado, se le acusó de encabezar el operativo contra estudiantes de la normal rural “Benito Juárez”, en Panotla, cuyo saldo fue de 30 jóvenes lesionados por el uso de balas de goma y gas lacrimógeno.
Ballesteros justificó el uso de la fuerza debido a que los normalistas, quienes fueron apoyados por estudiantes de Ayotzinapa, atacaron a los agentes con bombas molotov y dejaron varias patrullas dañadas.
En mayo de 2022, un grupo de jóvenes protestó a las afueras del palacio de Gobierno y al no obtener respuesta de la gobernadora Lorena Cuéllar bloquearon las vías cercanas. El secretario técnico de Seguridad encabezó el operativo para desactivar la protesta.
Los manifestantes se quejaron de que su líder fue detenido injustificadamente y presentado ante un juez por bloquear las vías de comunicación, así como de ataques a la Policía.
EN 2011 FUE ACUSADO DE ROBO
En julio de 2019, medios de comunicación locales publicaron que Guadalupe Ballesteros obtuvo el apoyo de la entonces delegada de Bienestar y hoy gobernadora, Lorena Cuéllar, para llevar al Congreso de Tlaxcala una propuesta de crear un sindicato de policías.
A su vez, en 2011, el ahora mando policial encabezó un movimiento de disidencia de elementos policiales contra el Gobierno de Mariano González, quien dejó inoperante la Secretaría de Seguridad Pública hasta que tuvo que intervenir la Policía Federal.
Los uniformados, encabezados por Ballesteros, solicitaron un aumento salarial de 15%, ampliación de 40 a 90 días de aguinaldo, dos periodos vacacionales y crear un sindicato de la corporación.
Tras un operativo federal, 88 agentes tlaxcaltecas fueron detenidos, incluido Ballesteros, quien fue acusado por robo de armas y encarcelado.
En agosto del mismo año, el Senado aprobó un punto de acuerdo para solicitar a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) investigar la situación de la detención de los policías.
El documento señala que la Procuraduría de Tlaxcala “inició la averiguación previa 480/2011/TLAX-5 por el delito de coalición de funcionarios tras la ocupación indebida de las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública”, así como robo calificado por la falta de armamento.
Aunque Ballesteros Arellano estuvo en el Centro de Readaptación Social del estado por su participación en la toma de las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y el presunto robo de armas, fue reinsertado desde hace años en la Secretaría de Seguridad y ahora está encumbrado como uno de los altos mandos de esa corporación por nombramiento de la gobernadora morenista Lorena Cuéllar.
Protestan por la desaparición de Amira Xcareth
Por: Quadratin
Familiares y amigos de Amira Xcareth Calva Ramos, originaria de Panotla, Tlaxcala, se manifestaron en la capital de la entidad por la desaparición de la joven y exigieron a las autoridades estatales justicia y transparencia en la búsqueda de la menor.
Desde el 12 de julio no se tienen noticias de la mujer de 17 años, de quien se perdió todo rastro.
Frente al palacio de Gobierno, con pancartas y consignas, los manifestantes solicitaron la inmediata respuesta de funcionarios para su localización, pues expusieron que no han arrojado evidencias contundentes sobre su desaparición.
En entrevista, la mamá de Amira, Marisa Ramos, detalló que su hija se extravió momentos antes de encontrarse con su actual pareja en el Zócalo de la ciudad, un joven de 16 años de edad que se ha mostrado omiso al incidente y que se mantiene como cómplice.
Enfatizó que los encargados del caso no han mostrado interés por resolverlo, aún cuando la madre aportó pruebas de la localización del celular de la chica que la ubican en un domicilio conocido y que la vinculan con su padre biológico y su novio.
Al respecto, Ramos sostuvo que este podría ser un incidente más de violencia vicaria, pues alegó que su padre podría estar reteniendo a la joven en contra de su voluntad después de no haberse encargado de su manutención.
Finalmente, la señora pidió la intervención inmediata de los cuerpos de seguridad estatal, ya que evidenció que el Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i) tiene vídeos contundentes para demostrar el paradero de su hija.
La Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas y No Localizadas emitió un boletín de búsqueda TLAX-2/110/2023.
LEG