El Comité Organizador del Frente Amplio por México (FAM) se cuida tanto de no transgredir la legislación electoral, que ha creado un embudo en el proceso de selección de quien será el candidato presidencial de la oposición el próximo año.

Como sabe, hace cosa de un mes se instaló dicho Comité, del que forman parte representantes de los tres partidos políticos y siete ciudadanos con prestigio y conocimiento en materia electoral.

Estos son Patricia Mccarthy Caballero, Arturo Sánchez Gutiérrez, Marco Antonio Baños, Alejandra Latapí, Rodrigo Morales Manzanares, María Teresa González Luna y Juan Manuel Herrero.

Las dirigencias partidistas, respetando el acuerdo con las organizaciones de la sociedad civil, se han abstenido de participar en dicho Comité, primero, porque se le confirió total autonomía y, segundo, porque tienen a representantes en dicho órgano de decisión.

Pero a las personalidades de tal órgano se les comenzó a hacer bolas el engrudo, desde la creación y puesta en operación de la página destinada a la recolección de firmas en apoyo a cualquiera de los precandidatos.

Las quejas de simpatizantes y aspirantes obligaron al Comité, que fue el encargado de contratar al desarrollador del software, a corregir los fallos técnicos y a prolongar por tres días más la fecha para la conclusión de recolección de firmas.

Hasta ahora, es la única fecha que se ha cambiado del programa original, pero hay dudas sobre si se mantendrán el resto, sobre todo la del 3 de septiembre cuando debe presentarse el nombre de quién será el candidato opositor.

Ayer el Comité presentó una estructura nacional, es decir, la conformación de 32 comités estatales que vigilarán el proceso.

El pero es que no se presentó a quienes los encabezarán ni cuál será su conformación.

Parece no solo solamente apresurado sino un verdadero despropósito que a medio proceso selectivo se les ocurra crear más burocracia que solo servirá para empantanar la toma de decisiones.

El Comité sin duda es una buena estrategia para dotar de legitimidad al candidato opositor, pero la soterrada lucha de egos dentro del organismo podría ser el enemigo en casa.

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¿Qué harán el INE y el Tribunal Electoral ante la violación sistemática por parte del Ejecutivo de las acciones para que deje de involucrarse en el proceso electoral?

La presentación de encuestas en la Mañanera de ayer, para demostrar que Morena “es inalcanzable’’ en la carrera presidencial, es, además de una provocación, una burla a las instituciones electorales, quienes habían ordenado medidas cautelares para evitar la intromisión presidencial en la elección.

No solo no las ha respetado, sino que abiertamente se las pasa por el arco del triunfo sin que las autoridades encargadas de aplicar la ley en temas electorales vayan más allá de sus llamados a misa.

A ver hasta cuándo.

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De risa el pronunciamiento que firmaron gobernadores de Morena para pedir a “opinadores’’ (nótese el sarcasmo con el que se refieren a periodistas) que “dejen de difundir miedo’’.

Ni falta que hace que “los opinadores’’ lo hagan.

Los gobernadores firmantes deberían de darse una vuelta por alguna colonia de su estado, pero sin el enorme aparato de seguridad que los protege, para que vean que el miedo se difunde entre la población de boca a boca.

Por cierto, ¿el mensaje también para Rafael Barajas y Pablo Gómez que andan esparciendo la versión de que la oposición “recurrirá a la violencia’’ si Xóchitl Gálvez “no funciona’’?

 

LEG