Con la Copa Mundial de por medio, ambas naciones se enfrentarán luego de haber disputado los cuartos de final en la Eurocopa de Naciones de 2022, en partido que las británicas ganaron por marcador de 2-1. Luego de 62 de 64 partidos disputados entre las distintas sedes de Australia y Nueva Zelanda, la novena edición del mundial de futbol femenino llega a su fin este fin de semana, con la coronación de una quinta selección distinta, en toda la historia de los campeonatos internacionales avalados por la Federación Internacional de Futbol Asociación.
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Tras seis encuentros disputados y con un año como actuales monarcas de Europa, Inglaterra hizo valer su condición de principal favorita para protagonizar el torneo y las Lionesses no han decepcionado, con un desempeño que le ha significado cinco victorias y apenas un empate, que se presentó en la ronda de octavos de final ante Nigeria y que concluyó con una definición desde la tanda de penales.
Como respuesta inmediata al favoritismo que se prevé de Inglaterra, la Roja responde con la confianza que les da su nueva figura en el campo de juego, como Aitana Bonmatí, quien afirma que las Soñadoras nacieron para momentos como el del domingo.
“Nervios yo creo que habrá, es imposible que delante de un partido como éste no haya esos nervios, esa tensión, esas ganas de jugar, saltar al campo y de disfrutar. Yo he tenido la suerte de jugar en estadios con mucha gente y es algo único que no vamos a olvidar nunca y solo espero que el equipo salga a dar su mejor versión y a jugar como cada una sabe”.
Aunque los resultados marcan un hito favorable para las dirigidas por Sarina Wiegman, en comparación con lo conseguido en la rama varonil y una selección que no ha ganado un título oficial en 60 años, el discurso inmediato sobre un salario igualitario nuevamente ha enfrascado a los directivos del futbol británico.
En ese sentido, el presidente ejecutivo de la Football Association, Mark Bullingham, señaló que la meta para una paga similar entre hombres y mujeres debe ser una apuesta a varios años más. “Por supuesto que nos encantaría tener en algún momento un salario equitativo para ambas ramas, pero tiene que ser un objetivo a largo plazo. Por el momento incluso sería desproporcionado dado las ganancias en las que aún se encuentra una gran brecha entre ambas ligas”.
De acuerdo con el británico, la Women’s Super League actualmente genera apenas el 0.5% de ganancias que hace la Premier League, como excusa general que dan las autoridades internacionales, para evadir el tema de aumentar los pagos en la rama femenina.
“Lo que más importa ahora es que las jugadoras están increíblemente concentradas y todos miramos a un mismo objetivo de ganar juntos y apoyarnos para que el futbol femenil crezca de manera unida”, agregó.
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