Comprar una casa siempre es un reto, ya sea que seas primerizo y quieras buscar un nuevo espacio para vivir o ya tengas experiencia, siempre es una experiencia nueva, el adquirir un inmueble requiere de un análisis muy metódico y acuerdos que mantengan en la misma sintonía al vendedor y al comprador para evitar malos entendidos.
Muchas veces los interesados en adquirir un inmueble recurren al llamado ‘contrato de promesa’ que, aunque no es muy necesario, de alguna manera le asegura al interesado la adquisición de la vivienda.
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Pero, de qué va este contrato y cuando es óptimo su uso
La promesa de compra-venta es un acuerdo legal entre el vendedor y el interesado y busca dar seguridad y garantía a quien compra sobre el inmueble a adquirir, estableciendo la venta, el precio estipulado y un tiempo determinado para cumplir el pago completo, además para darle legalidad debe estar firmado por un notario público.
Existen diferencias entre una promesa de compraventa y un contrato de compraventa.
La promesa de compraventa contempla las obligaciones, por hacer, consta por escrito y no transmite la propiedad.
Por otra parte, el contrato de compraventa crea obligaciones del hacer, se eleva el caso a escritura pública al tratarse de inmuebles y aquí si se transmite la propiedad.
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No siempre se tiene que requerir a este contrato, pero resulta muy útil en situaciones donde no se puede adquirir inmediatamente la vivienda, se recomienda el uso del contrato cuando:
-Estás a la espera del dictamen de tu solicitud de crédito hipotecario.
-Quieres comprar una vivienda en preventa, por lo que se puede establecer en el contrato el periodo de compraventa cuando el proyecto haya finalizado.
-Cuando el inmueble está en proceso de regularización ante el Registro Público de la Propiedad.
-La firma de escrituras y otros documentos para formalizar la compraventa están tomando mucho tiempo.
También es importante conocer qué tipo de contrato de compraventa se pondría en marcha, pues existen dos tipos de estos:
Contrato de promesa de compraventa unilateral, donde las obligaciones corresponden a una sola de las partes contratantes.
Contrato de promesa de compraventa bilateral, aquí las obligaciones deberán cumplirse por ambas partes.
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