El gobierno federal, el de Coahuila y el ex líder del PRI, Humberto Moreira, establecieron que el asesinato de José Eduardo Moreira, ocurrido la noche del miércoles en Ciudad Acuña, está vinculado con el crimen organizado.
Desde Colima, donde realizó una gira de trabajo, el presidente Felipe Calderón expresó sus condolencias a Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila y ex dirigente nacional del PRI, y dijo que dio instrucciones a la procuradora, Marisela Morales, para coadyuvar en las investigaciones del homicidio.
El primer mandatario informó que habló personalmente con el gobernador del Estado, Rubén Moreira, y le aseguró que todo el apoyo que sea necesario de la Federación lo tendrán para aclarar lo sucedido y llevar a los autores del hecho ante la justicia.
Tras el funeral, Humberto Moreira, declaró que su hijo es una más de las miles de víctimas de la guerra contra el crimen organizado e informó que el joven de 25 años recibió dos balazos en la cabeza.
El miércoles por la noche, el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, achacó la responsabilidad del homicidio a los grupos del crimen. “Nos estamos metiendo muy fuerte con ellos”, señaló.
El titular del Ejecutivo dijo que el atentado podría haber sido para afectarlo a él ya que “hemos estado combatiendo a los criminales”.
La Secretaría de Gobernación (Segob) lamentó la muerte de Eduardo Moreira e informó que el gobierno federal envió al estado a funcionarios de las secretarías de la Defensa Nacional, la Marina y del Cisen para esclarecer el asesinato.
El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, también estuvo en contacto telefónico con el mandatario estatal para expresarle sus condolencias y coordinar las primeras acciones de investigación.
“Hechos tan lamentables como estos refuerzan la firme convicción del Gobierno del República para enfrentar de manera contundente a los miembros de grupos criminales y delincuenciales, con el fin de llevarlos ante la justicia”.
La Segob reconoció el esfuerzo del gobernador Rubén Moreira por combatir al crimen en la entidad y afirmó que no “tolerará intentos de intimidación, ni tampoco habrá impunidad para los responsables”.
En lo que va del año, 507 personas han sido asesinadas en el marco de la disputa por Coahuila que mantienen los cárteles del Pacífico y Los Zetas, así como por los enfrentamientos internos entre estos últimos.
En noviembre de 2011 se puso en marcha el operativo Laguna Seguro para inhibir los choques entre grupos de delincuentes que asolaban las ciudades de la Comarca Lagunera, Torreón, Coahuila; y Gómez Palacio y Lerdo, Durango, sin embargo, las hostilidades no han disminuido.
Apenas la semana pasada, en Piedras Negras, ciudad fronteriza con Estados Unidos, que está a unos 100 kilómetros de distancia de Ciudad Acuña, donde se registró el crimen de Moreira, más de 130 presos se fugaron de la cárcel municipal y la mayoría siguen prófugos.
Los ciudadanos han quedado atrapados en la guerra entre esos grupos, pero además a merced de las bandas que secuestran, extorsionan, cobran cuotas de protección a comerciantes y roban casas o automóviles, aun en pleno día.
Ayer en Saltillo, la capital estatal, se realizó una reunión entre autoridades estatales y federales encabezada por Rubén Moreira; por el gobierno federal acudieron la subprocuradora Victoria Pacheco; el general Luis Arturo Oliver Cen, jefe de Estado Mayor de la Sedena; el almirante José Santiago Valdés, jefe de Estado Mayor de la Marina; Jaime Domingo López Buitrón, director del Cisen, y Luis Cárdenas Palomino, comisario de la Policía Federal.
Horas antes del homicidio de Moreira Rodríguez, elementos de la policía estatal se enfrentaron con grupos de criminales y el saldo del choque fue de 10 presuntos delincuentes muertos, supuestamente, entre ellos se encontraba un sobrino de Miguel Ángel Treviño, el Z40, uno de los líderes de Los Zetas, quien se disputa el liderazgo de la organización con Heriberto Lazcano. Treviño presuntamente reside en la zona de Ciudad Acuña, donde ocurrió el crimen.
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