Héctor Serrano, secretario de Gobierno, y Manuel Mondragón y Kalb, titular de Seguridad Pública del Distrito Federal, tuvieron comparecencias tersas en la Asamblea Legislativa del DF.
Incluso las calles de Donceles y Allende no tuvieron manifestantes como ocurre con otros funcionarios.
No obstante, Serrano, segundo de abordo del gobierno de Marcelo Ebrard, no salió librado por el tema del ambulantaje.
La legisladora priista Alejandra Barrios, lideresa de ambulantes del Centro Histórico, criticó el uso de la fuerza pública y aseguró que se ha criminalizado a los comerciantes informales en el sexenio de Ebrad.
Al dar el posicionamiento del PRI, Barrios señaló que su actividad no es ilegal, sino consecuencia de una política económica de desempleo que sólo crea pobreza.
“Los comerciantes en la vía pública también tienen derechos, el derecho a un trabajo digno y bien pagado.
“Ya no es posible privar a estas personas del trabajo cuando el gobierno no se ha preocupado por hacer más empleos. Es gente que no consigue trabajo y que tiene la necesidad de mantener a sus familias y lo único que hacen con ellos es arrastrarlos de las greñas, pegarles y meterlos a la cárcel”, reprochó Barrios.
Serrano, quien en 2008 operó el retiro de ambulantes del Centro, mantuvo un diálogo institucional y convocó a los diputados a sumar esfuerzos y trabajar en “unidad”.
Tras la sesión con el secretario de Gobierno llegó Manuel Mondragón, titular de la SSP en el DF, para rendir cuentas ante el pleno.
Al presentar su informe anunció los logros de la administración de Ebrard y defendió el uso de la fuerza pública contra los manifestantes.
Aseguró que contrario a la percepción ciudadana, los granaderos son víctimas de agresiones al ejercer sus funciones.
“Nuestros policías, además de agresiones verbales, recibieron golpes y se les arrojó infinidad de objetos”, dijo.
La oposición mantuvo un tono sereno en sus posicionamientos y Mondragón y Kalb se despidió de la Asamblea advirtiendo que se mantendrá en su cargo hasta el 5 de diciembre en el gobierno de su amigo Ebrard.
“No hay que especular sobre el futuro”, añadió.