Los principales representantes de la Unión Europea (UE) explicarán el próximo 28 de noviembre al presidente estadounidense, Barack Obama, las medidas que el bloque ha tomado o está tomando para frenar el contagio de la crisis de la deuda en la zona del euro, informaron hoy fuentes comunitarias.

 

 

Las dificultades financieras europeas serán, a priori, el asunto central de la cumbre UE-EEUU que se celebra ese día en Washington y a la que asistirán los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

 
“Esperamos que Estados Unidos exprese su preocupación sobre el efecto en la economía global, y en la norteamericana, de la crisis de la deuda”, reconoció hoy un alto cargo europeo bajo condición de anonimato.

 

 

Los europeos esperan así que Obama insista en el mensaje que planteó en la última cumbre del G20 en Cannes (Francia) y recalque la necesidad de que Europa se dote un “cortafuegos” que pueda frenar el contagio de la crisis de unos países a otros.

 
Los representantes de la UE tienen previsto presentar en Washington los últimos acuerdos cerrados por el bloque y las nuevas iniciativas que planean y esperan una respuesta positiva.

 
“Creo que los estadounidenses están dispuestos a cooperar para que la crisis de la eurozona se canalice”, aseguraba hoy la misma fuente.

 
Pese a los acuerdos sobre Grecia y el refuerzo del fondo de rescate, alcanzados en la última reunión de jefes de Estado y de Gobierno del bloque europeo, la zona euro ha visto en el último mes cómo se recrudece la crisis de la deuda y comienza a afectar a países que hasta ahora habían estado a salvo, como Francia.

 
Dentro del apartado económico, Obama y los dirigentes europeos discutirán también estrategias de crecimiento y creación de empleo, pero siempre en línea con el plan de relanzamiento pactado en el G20 y que pasa, entre otras cosas, por que las economías más saneadas apliquen reformas que incentiven la demanda interna.

 

 

En este contexto, la UE y EU tienen previsto poner en marcha en la cumbre un grupo de trabajo de alto nivel sobre empleo y crecimiento, que identifique opciones para reforzar la relación económica entre las dos orillas del Atlántico.

 
Fuera de la situación económica, que ocupará el grueso de las discusiones, está previsto que las dos partes repasen la actualidad internacional, con especial atención a los países de la llamada “primavera árabe”, el conflicto de Oriente Medio e Irán y el programa nuclear iraní.

 
La UE y EEUU se reúnen a nivel de sus máximos líderes de forma regular desde la década de los años 90. La última cumbre se celebró hace un año en Lisboa.