El turismo en México es generador de más de cuatro millones de empleos y es una de las principales fuerzas económicas. Dentro del concepto general, hay un tipo en particular que “se ha convertido en un segmento en auge”: el turismo religioso, según señala la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Tal es su crecimiento que atrae a creyentes y también a los que no practican ninguna religión.
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Y es que estos lugares que remiten en un principio a la religión, también son importantes en rubros artísticos, culturales y, por supuesto, históricos. En el caso de México, además, el potencial, aunque es significativo, “no se aprovecha del todo”, tal como apunta el académico de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL).
El turismo eclesiástico en el país
En México, el turismo religioso se “concentra en pocos sitios: la Basílica, en primer lugar; Nuestra Señora de Izamal, en Yucatán, que se potenció con la visita de los pontífices; además de Nuestra Señora de Talpa, Zapopan; el Santo Niño de Atocha, en Zacatecas, que es muy venerado internacionalmente; y Nuestra Señora de Juquila, son los más icónicos”, apuntó el también investigador Enrique Propin Frejomil para la UNAM.
Aunque Propin Frejomil indica que los recintos no pasan de 15, contrasta diciendo que: “los lugares sagrados con magnetismo espiritual son sitios de ocurrencia para personas de todas las creencias”. Es decir, no importa en demasía la cantidad de opciones, sino la viabilidad, variabilidad y, sobre todo, que “México cuenta con una amplia gama de lugares con magnetismo espiritual, lo que lo convierte en uno de los destinos preferidos de esta categoría [turismo religioso]”, según revistas especializadas.
Por lo anterior, tan sólo véanse los registros de la Agencia de Turismo Española, que apuntó que 20 millones de visitantes visitaron la Basílica de Guadalupe el 12 de diciembre. Es decir, la cifra “coloca al recinto mariano en el primer lugar de los lugares católicos en el mundo”, por encima de otros lugares mundialmente reconocidos.
Finalmente, para remarcar la importancia, “el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Turismo, informó en enero de 2022 que el sector eclesiástico calculó que 40 millones de personas participaron anualmente en peregrinaciones, visitando los principales santuarios nacionales.”
DG