AFP | Sam Bankman-Fried, fundador de la plataforma de criptomonedas FTX.
Foto: Archivo AFP / El joven de 31 años, que fuera una de las figuras más respetadas del mundo cripto, ingresó solo a la sala de audiencias, sin esposas, y se sentó al lado de sus abogados  

El juicio contra Sam BankmanFried, el expresidente de FTX, una de las plataformas de criptomonedas más grandes del mundo hoy quebrada, comenzó ayer para determinar si cometió un fraude masivo contra más de un millón de clientes.

El joven de 31 años, que fuera una de las figuras más respetadas del mundo cripto, ingresó solo a la sala de audiencias, sin esposas, y se sentó al lado de sus abogados.

De traje gris y corbata a rayas, llevaba el cabello más corto que en sus conocidas imágenes, que lo mostraban con cabellera enrulada.

El juez Lewis Kaplan se dirigió rápidamente a él y le informó que la decisión de testificar durante el juicio “es solo suya” y que podría hacerlo en cualquier momento. Su defensa no ha adelantado si piensa dar testimonio durante el proceso. De ser condenado, enfrenta potencialmente décadas en prisión.

La selección del jurado comenzó a mitad de la mañana. Su ascenso meteórico solo se compara con su fulminante caída en desgracia. En pocos años, el graduado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) convirtió su plataforma FTX en la segunda firma de intercambio de criptomonedas del mundo, acumulando en el proceso una gigantesca fortuna.

FTX siguió una agresiva campaña de marketing asociándose con los nombres de estrellas como la supermodelo brasileña Gisele Bundchen o el de la estrella del baloncesto estadounidense Stephen Curry.

Bankman-Fried también salvó a otras empresas de la industria cuando enfrentaron dificultades. Con decenas de proyectos, una fortuna estimada en hasta 26 mil millones de dólares y siempre de bermudas, Sam Bankman-Fried -”SBF”- encarnó en sí mismo el mundo de las criptomonedas. Pero su imperio comenzó a crujir cuando denunciaron relaciones de negocios entre FTX y Alameda Research.

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