En las laderas del monte Pelión, devastado por las lluvias diluvianas que afectaron a Grecia a inicios de septiembre, Thymios Ikonomou lucha con su volante cuando su pick-up queda atrapada en el lodo.
En esta carretera llena de piedras, este productor de manzanas renuncia finalmente a seguir escalando por la colina.
“Aquí había un plantío de manzanas. Todos los árboles fueron arrastrados por las inundaciones”, dice a la AFP este agricultor de 53 años, habitante de Zagora.
El temporal Daniel mató a 17 personas y a centenares de miles de animales y provocó muchos daños en esta región agrícola de gran importancia.
“Unos cien árboles desaparecieron, fueron sacados de raíz por el agua y terminaron en el mar”, dice Antonis Laskos, de 62 años, otro agricultor de Zagora.
Este pueblo de 3.500 habitantes está considerado como “la capital de la manzana” en Grecia.
La fruta que se produce en este lugar, que tiene estatuto de apelación de origen protegido (AOP), es famosa por su sabor azucarado, astringente y refrescante y se vende en todo el país.
Pero este otoño, en la cooperativa agrícola de Zagora, fundada en 1916, la felicidad de los años anteriores cedió el lugar a la desolación.
“El año pasado teníamos 18.500 toneladas de manzanas, pero este año apenas alcanzaremos a superar las 5.000″ toneladas, pronostica Julia Papoulia, agrónoma de esta cooperativa que tiene 800 miembros.
“Hasta ahora solo hay 1.300 toneladas de manzanas en los depósitos y destinadas a la venta en el mercado interior”, dice. “La producción no será suficiente para exportar”.
Te puede interesar: La Iglesia inicia su sínodo entre expectativas de apertura y temores conservadores
-Cero ingresos-
Laderas enteras de la fértil península de Pelión, bordeadas por las playas del mar Egeo y del golfo Pagasético, fueron destruidas por esta tempestad de inusual violencia causada según el gobierno griego por el calentamiento climático.
Enormes troncos de árboles centenarios y muchos frutales fueron sacados de raíz y hallados al borde del mar.
Los puentes también sufrieron daños y la red vial rural fue destruida en un 80%, según los habitantes de Zagorá.
Como Thymios Ikonomou, algunos productores ya no pueden ir a sus parcelas para salvar el resto de la cosecha. “Sus ingresos serán nulos este año”, dice Ikonomou.
En Zagorá, el Observatorio nacional de Atenas registró un récord de precipitaciones, o sea 1.096,2 mm entre el 4 y 8 de septiembre.
Solo el 5 de septiembre cayeron en el día 759,6 mm de lluvia cuando el anterior récord era de 231 mm en 2018.
Además una tempestad de granizo ocurrió después de las lluvias diluvianas.
La semana pasada una segunda tempestad menos violenta sucedió en esta región de Tesalia, provocando aun más daños.
El gobierno de Kyriakos Mitsotakis prometió que cerca de 690 millones de euros serán consagrados a la recuperación de las infraestructuras afectadas por las inundaciones y los incendios ocurridos en Grecia este verano.
Pero antes de esta catástrofe natural, la cosecha de las famosas manzanas de color rojo no se auguraba muy buena a causa de una primavera particularmente lluviosa.
“Tuvimos muchas enfermedades en los árboles por las frecuentes lluvias en junio”, afirmó Kostas Zervas, de 50 años, quien trabaja en una granja donde la mayoría de las manzanas cayeron al suelo.
“Y el invierno fue suave. Los manzanos requieren frío, de 800 a 1.600 horas de por año”, concluyó.