El fenómeno de personas desaparecidas ha crecido exponencialmente desde que se fundó este diario. En los últimos 12 años suman 89 mil 281 casos, 17 veces más que en 2011, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
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En ese año, 5 mil 226 personas fueron reportadas como no localizadas; mientras que en lo que va de 2023, son 9 mil 410, es decir 44.4 por ciento más que al inicio del periodo referido, sin considerar que todavía restan más de dos meses para que termine.
El fenómeno de personas desaparecidos o no localizadas se ha incrementado en los últimos años gracias a la ola de criminalidad, pero sobre todo por la impunidad que prevalece, ya existen muy pocos casos de judicialización, aseguró Carman Chinas Salazar, coordinadora del Comité Universitario de Análisis en materia de personas desaparecidas de la Universidad de Guadalajara (UdG).
Es un problema social multifactorial, muy complejo que tiene varias aristas y es usado por los grupos criminales para atemorizar a la sociedad, pero que como es casi nula la detención y sentencia de los delincuentes genera que sea un delito que se perpetúe en distintas zonas del país, afirmó.
La especialista declaró que si bien “es un problema nacional”, se acentúa en diferentes zonas, como Jalisco.
Uno de los detonantes, mencionó, es la falta de atención oportuna por parte de las autoridades para combatir y prevenir las desapariciones, porque el Estado no garantiza la seguridad de la población, que tiene que protegerse por sus propios medios y crear mecanismos preventivos.
Chinas Salazar destacó que otro de los factores que abona al incremento es la demora para activar la búsqueda, ya que en algunos estados tardan 48 o hasta 72 horas, y esto es una falacia. Sin embargo, “existe un protocolo homologado que establece que la búsqueda debe ser inmediata, o sea, en el primer momento en que se reporta una desaparición deben iniciar”.
JUVENTUD IMPACTADA
La catedrática de la Universidad de Guadalajara aseveró que los jóvenes son los más afectados. En varones, el rango de edad de las víctimas es de 14 a 29 años, y en las mujeres, de 15 a 19 años.
En este rango de edad en 2011 hubo 2 mil 228 no desaparecidos o no localizados y este año van 4 mil 49, es decir, 44.4 por ciento más, pero entre este periodo de años este grupo de edad suma 38 mil 112 casos.
LOS USAN PARA TRABAJOS FORZADO: ÁLVAREZ
“Una de las hipótesis más fuertes es la desaparición para trabajo forzado, en el caso de los varones, y en el caso de las mujeres, con fines de trata o comercio sexual”, indicó.
Al respecto, el académico de la UNAM, José Antonio Álvarez León, consideró alarmante el número de desapariciones de mujeres que se registra en todo el país por parte de grupos fácticos como el crimen organizado, quienes además las utilizan como “un nicho” para cometer otros delitos como trata, esclavitud o trabajos sexuales, alertó.
Lamentó que la mayoría de estos casos terminan en feminicidio, el especialista afirmó en una entrevista, que los focos rojos están en las zonas fronterizas norte y sur de México e indicó que se trata, sobre todo, de mujeres de edad media o jovencitas, de 30 años hacia abajo, estudiantes, solteras o trabajadoras que se mueven solas, lo que pone en evidencia el panorama del delito.
CASOS GRUPALES
Recientemente se han dado desapariciones masivas de jóvenes, como las de Lagos de Moreno y Zacatecas, las cuales destacó la investigadora destacó que tienen el objetivo de aterrorizar y paralizar a la población para controlarla y que no denuncien, afirmó Chinas Salazar.
“Ese control se le llama necropolítica, cuando aquellos grupos económicos, aquellos poderes fácticos, como en este caso, la delincuencia organizada, se benefician del miedo que infunden a la población y que paraliza un accionar colectivo”, detalló.
Número
14 a 29 años
es el rango de varones que son víctimas; en las mujeres, de 15 a 19 años, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Desaparecidos.
“Años de búsqueda, años de dolor”
Elva Rivas conoce muy bien la situación de los desaparecidos, porque pues lleva más de 12 años buscando a su esposo; incluso formó una asociación de ayuda para los familiares que buscan a sus seres queridos: Renacer Nuevo León.
Desde 2009 la vida en el estado y en todo el país empeoró debido a la inseguridad. Ya era costumbre el que aparecieran cuerpos de personas colgadas en puentes, decapitados y restos en bolsas.
Y lo que era peor en ese tiempo que las autoridades no hacían nada para solucionarlo. Si bien se decía que era una guerra entre grupos delictivos que desafortunadamente dejaba operar el gobierno por no poner mano firme como autoridad.
SIN DESCANSO
“Mi marido desapareció el 23 de mayo de 2010, pero aún lo sigo buscando, porque hay unos hijos que te preguntan: ‘¿Dónde está mi papá?’. Les sigue haciendo falta su padre y vamos a buscarlo, porque lo primordial es encontrarlo con vida; es muy difícil, pero no se pierde la esperanza”, apuntó.
Roberto había acudido a una quinta para festejar a su mamá esa tarde, pero el regocijo terminó en sufrimiento y llanto que se ha extendido por más de una década.
Al lugar arribó una camioneta clonada del Ejército con presuntos soldados y se lo llevaron junto con tres de sus amigos.
En el estado desaparecieron 73 personas durante el mismo mes, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas. Sin embargo, no se tienen cifras correspondientes al municipio de Juárez.
Con el paso del tiempo y tras cargar con la revictimización, falsas esperanzas, estigmas sociales y un cambio drástico en su forma de vida y sostén económico, Elva se enteró de que las otras tres carpetas de investigación aledañas al caso se habían vuelto federales, debido a que involucraban a presuntos miembros de la Defensa Nacional, pero a ella nadie la avisó, hasta que recientemente acudió al Ministerio Público en Nuevo León.
“Ninguna autoridad se ha comunicado conmigo, el caso de mi esposo sigue aquí en el estado y a la Fiscalía le corresponde, sobre todo, avisarme y revisar el expediente. Esto es una prueba más de que no hacen su trabajo como debe ser”, acusó.
Ahora, se centra en búsquedas en vida, visita reclusorios, ceresos y penales; también en las calles, por si alguna cara les es conocida.
“Sigo buscando y que sea como Dios me lo quiera regresar, pero necesitamos saber su paradero y saber en verdad qué fue lo qué sucedió, porque es una incertidumbre muy grande”, finalizó.
De enero de 2023 al 10 de octubre de 2023 se encontraban desaparecidas, por lo menos, 594 personas en Nuevo León, lo que lo convierte en el sexto estado con más casos de gente no localizada.
CITA
Hoy, la inseguridad vuelve a prevalecer como hace años y creo que todo esto se debe a que el Gobierno no pone un alto a la delincuencia y brinda mayor seguridad a la ciudadanía
ELVA RIVAS
RENACER NL
LEG