Estados Unidos y Rusia encabezaron ayer dos intentos diferentes de presentar una resolución sobre la guerra entre Israel y Hamás ante el Consejo de Seguridad de la ONU, sin embargo, ambos utilizaron su autoridad de veto para impedir que las resoluciones se aprobaran.
Por un lado, el proyecto ruso, que pedía “el establecimiento inmediato de un alto el fuego humanitario duradero y plenamente respetado”, y condenaba “toda violencia y hostilidades contra civiles”, así como los abominables ataques del movimiento islamista palestino en Israel el 7 de octubre, recibió 4 votos a favor, dos en contra (EU y Reino Unido) y 9 abstenciones.
En cambio, el proyecto de EU, que afirmaba “el derecho de todos los Estados a la autodefensa”, no sólo de Israel y pidió “pausas humanitarias”, recibió 10 votos a favor, 3 en contra (entre ellos Rusia y China) y 2 abstenciones.
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El embajador ruso Vassili Nebenzia tildó el proyecto estadounidense de “altamente politizado” por incumplir “los estándares más básicos de calidad”, ni contener “un llamado a un alto el fuego” de los bombardeos.
Cabe resaltar que para que un texto sea aceptado y adoptado se requiere la aprobación de al menos 9 de los 15 miembros del Consejo, sin el veto de ninguno de los cinco miembros permanentes (EU, Reino Unido, Francia, Rusia y China).