Foto: INAH | Nacido en Xochilapa, Guerrero en 1889 es uno de los primeros casos documentados de una persona trans cuya identidad fue reconocida de manera oficial  

“Heredo a Amelio Malaquías Robles Ávila, en mis venas corren alegres
las balas de su fusil (…) mi piel aún contiene su alerta, su calma y su sudor”.

Amelio Federico al coronel Amelio Robles

Este lunes, en el marco del CXIII Aniversario de la Revolución Mexicana, el Ejército reconoció por vez primera en una ceremonia oficial al coronel Amelio Robles, pese a que hace 40 años le entregó la medalla al Mérito Revolucionario.

En una ceremonia en la que se ensalzó los aportes de las mujeres a la gesta armada de 1910, el general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) señaló:

“También a valientes mexicanas como Adela Abelarde, Amelia Robles (sic), Carmen Vélez, Clara de la Rocha, Encarnación Vélez y a todas las destacadas ‘Adelitas’. Todas y todos protagonistas de la revolución mexicana que pese a sus diferencias convergieron en el ideal de construir un mejor país”.

Nacido en Xochilapa, Guerrero en 1889 y con la asignación de género mujer bajo el nombre de Malaquías Amelia Robles Ávila, es uno de los primeros casos documentados de una persona trans cuya identidad fue reconocida de manera oficial.

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Si bien durante sus primeros años y hasta su juventud aprendió las tareas asignadas a las mujeres de su época –recibió formación católica por parte de la Sociedad de las Hijas de María de la Medalla Milagrosa- también, según un texto de la periodista Elia Baltazar para el Seminario de Noticias de la Mujer de América Latina y el Caribe:

“Aprendió a coser, lavar y planchar como cualquier otra niña de su época. Pero también le gustaba montar, domar, lazar caballos, ordeñar y manejar armas. Desde entonces ya decían que ‘era medio hombrada’ según testimonios de quienes la conocieron en aquellos años, recogidos en las investigaciones de Cano y Cárdenas”.

Para 1911 ya se le sitúa como parte de un club maderista, y entre 1912 y 1913 ya estaba en las filas del Ejército

Libertador del Sur, comandado por Emiliano Zapata.

Sobre el coronel Amelio, TV UNAM señaló en el programa Los 41 Tropiezos de la Heteronorma en México dedicado a su figura que:

“A diferencia de otros casos documentados históricamente, Amelio no fue una mujer que se travistiera para unirse a las huestes del ‘Atila del Sur’ sino un hombre que aún desde antes de su experiencia militar empezó a construir su identidad masculina para vivirla el resto de su vida”.

Dentro de las huestes zapatistas –en las que usaba pantalón, camisa, sombrero y armas- el también conocido como “La Güera” Amelia alcanzó el grado de coronela.

Esto por las relaciones que construyó en la batalla y su arrojo, Amelio fue parte de la camarilla político-militar de su región, el norte de Guerrero.

Tiempo después depuso las armas ante el gobierno de Venustiano Carranza, que la indultó y la hizo parte de sus filas militares hasta 1921, cuando fue licenciada.

Tres años después y en un clima político convulso, retomó las armas para apoyar la presidencia del general Álvaro Obregón aunque su grado de coronela no fue reconocido y se conformó con el de sargento.

Al respecto del soldado zapatista, la doctora Siobhan Guerrero comenta en el programa Los 41 tropiezos de la heteronorma de la UNAM:

Amelio Robles es un símbolo para las identidades trans masculinas en México (…) es una persona que ha influenciado la manera en la que se viven los hombres trans en este país (…) hay por ejemplo jóvenes poetas mexicanos como Amelio Federico”.

Su largo camino al reconocimiento de género

Si bien, el coronel Robles Ávila tras la Revolución vivió con su identidad masculina, no fue sino hasta la década de 1970 que –indica la UNAM-:

“Fue a principios de la década de los 70 que el Estado Mexicano lo condecoró como veterano de la Revolución Mexicana, certificando de paso y de manera inadvertida, su identidad masculina”.

Además, fue reconocido por los presidentes Adolfo López Mateos, Manuel Ávila Camacho y Luis Echeverría.
Incluso –señalan las estudiosas de su vida-, el coronel incluyó en su expediente militar una acta de nacimiento falsa, como señala Gabriela Cano, una de sus historiadoras:

“El documento da fe del nacimiento del niño Amelio Malaquías Robles Ávila (…) salvo el sexo y el nombre del bebé, todos los demás datos coinciden con el acta de nacimiento original del libro del registro civil de Zumpango del Río”.

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Pese a todo esto, durante la conmemoración de este lunes, la Sedena señaló al presentar el vehículo temático en el que se recordó al coronel con un hombre caracterizado como la fotografía que se le tomó circa 1924: “Amelia Robles conocida como el Coronel Amelio Robles”.

LDAV