Tras haber ganado el título nacional de peso gallo, cuando derrotó por amplia decisión unánime a Israel “Panchito” Gasparillo, para proclamarse Campeón Nacional de peso Gallo, lo cual incluso le costó un desprendimiento de retina, el peleador mexicano Luis “Chapulín” Rosales (14-5-2, 4 KO’s) asegura que aún le faltan algunos logros por concretar a nivel local, para después pensar en algo fuera del país.
En la pelea que lo llevó a este cinturón, donde prácticamente todo el tiempo estuvo inclinada hacia “Chapulín” Rosales, quien contó con el apoyo de toda la afición, el mexicano conectó los mejores golpes a lo largo de 12 asaltos. El jab, la distancia y los fuertes impactos de derecha hicieron retroceder en diversas ocasiones a Gasparillo, quien en distintas ocasiones buscó recursos que al final no fueron suficientes.
Rosales, quien amplió a su racha de triunfos a cuatro consecutivos, ahora espera mejores oportunidades luego de la contundente actuación ante un lleno en un inmueble capitalino de la colonia Nápoles. “Por ahora vamos a seguir entrenando, eso para mi es fundamental, poder trabajar con mi coach todos los días y mantener buenos hábitos en todos los sentidos”, aseguró el peleador que casi siempre viste guantes en color rojo con amarillo y una capucha como la del paladín televisivo El Chapulín Colorado.
Durante su visita al Diario 24 Horas, Rosales aprovechó para retar públicamente al peculiar peleador de 23 años David “Rey” Picasso (24-0-1, 13 KOs ), un joven peleador que también es estudiante de neurociencias y física en la UNAM y quien actualmente se encuentra en el Peso Súper Gallo.
“Siempre trabajamos bien en el gimnasio para para salir vencedores. Y después de esto la verdad es que ya estamos pensando en subir de división. Yo creo que ya voy hacia los súper gallos y justamente ahí es donde está este David Picasso, entonces pues se que mi cuerpo puede ir cambiando y vamos a buscar nuevas opciones y si Picasso nos da la oportunidad por su campeonato del mundo, pues aquí se está ya hablando de una vez”, sentenció El Chapu.
Lo anterior también surgió porque en las peleas de Luis Rosales, puntualmente en las gradas, suele haber un segmento de la barra de futbol del Necaxa, pues muchos de ellos son buenos amigos del peleador, y por el lado de Picasso, se sabe bien que el pugilista sostiene una buena relación con miembros de La Rebel, la barra de apoyo más importantes de los Pumas de la UNAM y que también gustan de ir a las peleas de David.
Sobre un panorama inmediato, el joven peleador aseguró que lo mejor que le podría suceder en este momento de su carrera es tener más apoyos, ya sea por parte de autoridades del deporte en México o también de la iniciativa privada, pues en este momento él tiene que costear muchos de los gatos que implican los entrenamientos y las peleas mismas.
“Yo necesito trabajar para mantener la carrera porque no hay apoyo ni de comisiones u organizaciones, no hay apoyo por ningún lado. Por ejemplo, yo tengo que dar clases de boxeo particulares y eso también es un esfuerzo, pues tengo que levantarme todos los días al cuarto para las cinco de la mañana y terminar mi hora laboral a las nueve de la noche y de ahí, el tiempo que se hace de del recorrido a mi casa. Entonces ya llego demasiado tarde. La verdad es que sí son temporadas largas y pesadas y ninguna autoridad o federación van a venir a ver si necesito algo”, dijo Rosales.
Dentro de los planes a futuro de “Chapulín” Rosales también hay otras opciones que si bien no están de lleno arriba de un ring, sí tienen que ver mucho con el deporte y con la disciplina de llevar una vida sana en términos generales.
“Pienso seguir estudiando, entrar a la universidad para darle a las Ciencias del Deporte y a lo mejor en un futuro tener mi propio gimnasio de alto rendimiento, un centro de concentración para todo tipo de deportistas élite”.
A pregunta expresa de si cambiaría algo de su pasado en la carrera como boxeador, Rosales fue contundente y dijo que solo al principio fue un poco indisciplinado, pero que con el paso del tiempo entendió que si quiere obtener nuevos logros, entonces tenía que ser más disciplinado, para llegar hasta donde se encuentra en este momento.