Erupción Islandia.
Foto: Archivo. Islandia se encuentra sobre un punto caliente volcánico en el Atlántico Norte y tiene un promedio de erupción cada cuatro o cinco años.  
Durante la mañana de este domingo 14 de enero, por segunda ocasión en menos de un mes, un volcán entró en erupción en el suroeste de Islandia, dando la creación de una nueva fisura y enviando rocas semi fundidas hacia un asentamiento urbano cercano.
Dirección momentos antes de las ocho de la mañana se produjo después de un cúmulo de terremotos cercanos a la ciudad de Grindavík, de acuerdo a informes de la oficina meteorológica de Islandia, ante esto, la comunidad fue evacuada con un registro de más de 200 sismos en la zona el mayor de una magnitud de 3.5° Richter.
En la comunidad de Hagafell. una grieta se abrió cerca de una zona conurbada a pocas horas de haber realizado el evacuación y esta se trasladó a las afueras de la comunidad peligrosamente cerca de las casas.

Por medio de su cuenta de X, el presidente de Islandia, Gudni Johannesson, comentó que gracias a la pronta respuesta de los equipos de emergencia no existieron resultados fatales a pesar de que la infraestructura puede estar amenazada”.
Anteriormente los 3800 residentes de Grindavik habían sido evacuados de sus hogares en noviembre tras una serie de terremotos que provocaron grietas y aberturas en la tierra entre la ciudad y una pequeña montaña ubicada al norte llamada Sylingarfell, para finalmente el volcán entrar en erupción el pasado 18 de diciembre.
Aunque a los residentes se les permitió regresar a sus hogares el 22 de diciembre, desde entonces se colocaron muros defensivos alrededor del volcán con la esperanza de alejar el magma de la comunidad sin embargo, las paredes construidas al norte de Grindavik se rompieron y la lava comenzó a moverse hacia la comunidad.
Por otro lado, la policía solicitó a los islandeses no acercarse a la erupción:
“Pedimos a la gente que no vaya a pie a la erupción. Hace mucho frío afuera y la caminata es larga y el suelo es inestable en términos de grietas y otras cosas. Además, todos los socorristas están ocupados y no tienen la mano de obra para recoger a las personas que salen a pie”.
Recordemos que Islandia se encuentra sobre un punto caliente volcánico en el Atlántico Norte y tiene un promedio de erupción cada cuatro o cinco años, siendo en 2010 la más fuerte registrada recientemente por el volcán Eyjafjallajökull, que arrojó enormes nubes de ceniza a la atmósfera y cero el espacio aéreo sobre diversas partes de Europa.
OD