El Presidente no es un ejemplo a seguir, en cuanto a la aplicación de subsidios en las tarifas de luz, pero pudo haber inspirado a Rocío Nahle a realizar un esfuerzo similar, desde la Comisión Federal de Electricidad, cuando era secretaria de Energía, para allanarse el camino hacia la gubernatura de Veracruz, ahora es demasiado tarde.
El descontento que creó Rocío Nahle por no subsidiar las tarifas domésticas de luz sigue creciendo. A pesar de que fue una de las primeras medidas del presidente López Obrador al otorgarle una tarifa especial a su tierra natal, Tabasco, como una medida de consolidar su liderazgo en la entidad.
Sin embargo, en el caso de Rocío Nahle, ni siquiera movió un dedo por negociar que sucediera lo mismo en Veracruz. En Tabasco el gobierno estatal paga la diferencia del consumo doméstico para reducir el gasto de los tabasqueños en energía eléctrica.
Nahle, la candidata del Presidente, hace evidente su falta de sensibilidad política hacia los veracruzanos porque no fue capaz de darles una tarifa más baja a pesar de que la entidad produce el 60 por ciento de la energía del país. Situación que debe conocer a la perfección. Ella debió otorgar un subsidio donde la CFE absorbiera dicho subsidio y no dar atole con el dedo como lo hizo el Presidente de la República, al prometer en campaña una reducción a las tarifas de luz que finalmente paga el gobierno del estado.
Es decir, de todas maneras, la reducción del pago de energía eléctrica terminaba pagándola el pueblo de Tabasco, vía impuestos.
El gobierno de Tabasco paga a la CFE más de 700 millones de pesos, como subsidio al consumo de energía eléctrica de los tabasqueños, ante la falta de la tarifa más justa prometida en campaña por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Los acuerdos fueron firmados entre la CFE y el gobierno estatal, a pesar de que la Federación decidió otorgar a la entidad la Tarifa 1F, que se rige con dos costos, uno en verano, que es el barato, y otra en invierno, cuando el costo de la energía se incrementa al considerar que las bajas temperaturas que se registran en esa época del año permitirán que los tabasqueños reduzcan gastos en el consumo. La CFE nunca dejó de cobrar las tarifas normales, una parte la paga el usuario y otra el gobierno del estado.
A Rocío Nahle no se le ocurrió siquiera preocuparse por las necesidades de la población que quiere gobernar, creando un gran descontento entre la población debido a que no hay veracruzano que desconozca que en su territorio se impulsa la energía para la mayor parte del territorio nacional.
Esto le ha costado a la zacatecana muchas críticas de los veracruzanos, quienes reiteran que deben ser gobernados por un político nacido en la entidad.
Nahle no mantiene una relación de armonía con el actual gobernador, quien, en un momento dado, parecía estar inclinado por favorecer la candidatura de su secretario de gobierno, a quien dio manga ancha para promoverse en tiempos no electorales. Este fue el pretexto, para no molestar a Cuitláhuac García y proponerle un subsidio similar que deja a los veracruzanos sin este apoyo que es necesario en momentos críticos de la economía como el que se vive actualmente en la entidad.
La falta de sensibilidad de Rocío Nahle muestra que no conoce la manera de pensar de los veracruzanos y sólo llega con la ambición de tener el poder en uno de los estados más ricos en recursos naturales y humanos. Lo que quiere Nahle es precisamente hacerse de esa plataforma para lucir como una política experta en energía.
La competencia para la gubernatura de Veracruz está cada día más cerrada, incluso puede hablarse de encuesta que dan algunos puntos arriba al priista Pepe Yunes, quien cuenta con una gran experiencia en cargos públicos al haber sido presidente municipal de Perote, diputado local, federal y senador.
Un joven político nacido en Perote, es veracruzano puro, conoce bien el estado y ha gestionado apoyos de la federación a Veracruz en incontables ocasiones. Es por ello que la apatía de Nahle al ni siquiera intentar un subsidio a las tarifas domésticas de luz para los veracruzanos se ve más clara y es motivo de descontento de la población. Y así quiere gobernar Veracruz.
Saltar de la secretaría de Energía a gobernar un estado, cuyos habitantes ha mantenido lejos, muestra una manera de arrebatar el poder en un estado donde la 4T exige de un cambio. El gobierno de Cuitláhuac García ha dejado mucho que desear y resulta difícil pensar que alguien que no conoce el estado ni a su gente pueda enderezar el camino de un pésimo gobierno.
PEGA Y CORRE.- La oposición anuncia una gran marcha en la Ciudad de México el 18 de febrero, donde se dice que habrá cambio de algunos candidatos que no cuajan… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.