Me parece que la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, ha tomado una iniciativa pionera al presentar una propuesta de reforma ante el Congreso del estado para modificar la Ley de Turismo. Esta reforma tiene como objetivo principal establecer un sistema de registro obligatorio para todos aquellos que ofrecen servicios de hospedaje, incluyendo a los guías turísticos y las plataformas digitales. La razón detrás de esta medida es robustecer las estrategias de lucha contra la trata de personas, un flagelo que afecta a la sociedad en múltiples niveles.
Es alentador que si esta propuesta se convierte en ley, no solo establecerá un precedente significativo en la industria turística de Quintana Roo, sino que también servirá como un modelo a seguir para todo México, marcando un antes y un después en la regulación del sector turístico con respecto a este grave problema.
Desde mi perspectiva Quintana Roo, siendo uno de los destinos turísticos más importantes de México y del mundo, se encuentra en una posición única para liderar el cambio en cómo el sector turístico aborda la problemática de la trata de personas en los centros de hospedaje.
La trata de personas, especialmente en su conexión con el turismo, ha sido una preocupación creciente, incluso se ha identificado malamente como “turismo sexual” que frecuentemente escapa al control de las autoridades, debido a la falta de regulación adecuada en los establecimientos de hospedaje.
Definitivamente esta situación pone en riesgo a los más vulnerables, en particular a los menores de edad, quienes deben ser protegidos con medidas más estrictas para erradicar definitivamente este mal de nuestras comunidades.
Pienso que al implementar estas regulaciones en Quintana Roo, se incentiva como efecto dominó a otros estados a adoptar medidas similares, creando un marco legal más sólido y coherente a nivel nacional que proteja a los menores de edad y promueva un turismo responsable y seguro.
Revisé el estudio realizado por Banco Interamericano de Desarrollo BID Invest, publicado en su boletín Development Effectiveness and Strategy Briefs N°23 en enero de 2023, y arroja luz sobre la problemática de la trata de personas en el contexto del sector hotelero en México. Según este estudio, aunque hay una conciencia creciente sobre el problema, muchos hoteles carecen de los mecanismos adecuados para identificar y reaccionar ante posibles situaciones de trata en sus instalaciones.
Este informe subraya la importancia de involucrar al sector privado, especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMEs) hoteleras, en la lucha contra la trata, dado que representan el 99% del sector hotelero mexicano y juegan un papel crucial en la detección y prevención de este delito.
El estudio también destaca que México es un destino turístico de relevancia mundial, con un crecimiento constante en su industria turística. Sin embargo, este crecimiento viene acompañado de desafíos significativos, como la prevalencia de la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, situando a México junto a países como Brasil, Costa Rica y Tailandia en este aspecto negativo. La mayoría de las víctimas de trata en México son mujeres y menores de edad, con la explotación sexual siendo la forma más común de este delito.
Para abordar esta problemática, en el apartado ‘El turismo frente a la esclavitud moderna’, realizado por BID Invest en colaboración con la organización SINTRATA, encuestó a 201 hoteles en México. Este estudio sirve como un diagnóstico inicial que busca diseñar soluciones efectivas para aumentar la adopción de mejores prácticas en el sector hotelero, no solo en México sino también en América Latina y el Caribe. El objetivo es claro: contribuir al rescate de víctimas y desalentar la comisión de estos crímenes en la región.
Los resultados de la encuesta revelan que las principales barreras para la implementación de medidas contra la trata son la falta de recursos económicos, humanos y de tiempo. A pesar de estas limitaciones, hay un alto grado de disposición entre los propietarios y gerentes de hoteles para tomar acciones contra la trata de personas. Esto indica un potencial significativo para mejorar la situación mediante la implementación de protocolos, capacitaciones y certificaciones adecuadas.
Destacando que, mientras las grandes cadenas hoteleras internacionales pueden beneficiarse de prácticas como códigos de conducta, la mayoría de los hoteles en México, que no forman parte de estas grandes cadenas, quedan fuera de estas iniciativas. Esto subraya la necesidad de desarrollar herramientas y estrategias que sean accesibles y aplicables a toda la industria hotelera, teniendo en cuenta los riesgos específicos y las poblaciones afectadas en el contexto mexicano.
En este contexto, la Secretaría de Turismo de México (SECTUR) promueve el Código de Conducta Nacional para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en el Sector de Viajes y Turismo (CCN). Sin embargo, este código representa solo una parte de las herramientas necesarias para combatir eficazmente la trata de personas en el sector turístico pero no lo es todo.
El secretario de turismo del estado de Quintana Roo, Bernardo Cueto Riestra, ya ha venido explicando esta iniciativa, que busca reformar la Ley de Turismo en tres ejes fundamentales: seguridad, ordenamiento turístico y turismo sostenible y comunitario. Al regular las plataformas digitales y otros servicios turísticos, esta reforma busca no solo combatir la trata de personas sino también promover prácticas que aseguren la sostenibilidad y sustentabilidad de la actividad turística en la región.
En conclusión, la propuesta de reforma de la Ley de Turismo en Quintana Roo representa un avance significativo en la protección de los derechos humanos y la promoción de un turismo responsable.
Al tomar la iniciativa en este tema, Quintana Roo se posiciona como líder en la lucha contra la trata de personas en el sector turístico, sentando las bases para un movimiento que busca extenderse a todo México.