Con la reciente muerte Heriberto Lazcano alias “El Lazca”, de 37 años,  revive el señalamiento de que hoy los grandes capos son más jóvenes que antaño.

 

Tras esta muerte, de la que aún se busca el cuerpo que fue robado por un comando, el presidente Felipe Calderón informó que con ésta se han neutralizado a 25 de los 37 criminales más buscados de la lista de recompensas publicada en 2009.   Y al promediar la edad, la media es de 44 años, menor respecto a sus antecesores.

En esta revisión sobre la edad de las cabezas de las organizaciones criminales a la fecha de su detención, ejecución o búsqueda, en caso de seguir prófugos, se evidencia a  individuos en sus 40, lo que caracteriza al narco como estructuras con una directiva de adultos jóvenes como hoy se les conoce en sociedad.

 

Pero estos capos emblemáticos, que comenzaron sus actividades en la década de los ochenta, son sucesores en línea directa de quienes integraron el cártel de Guadalajara, primera organización que dominó el tráfico de droga desde finales de los 70.

 

Son herederos de Ernesto Fonseca Carrillo alias “Don Neto” (1942), Miguel Ángel Félix Gallardo alias “El Padrino” (1946) y Rafael Caro Quintero (1952) quienes fueron los fundadores.

 

Sin embargo, y a pesar de que habrían iniciado sus actividades ilícitas siendo jóvenes en edad temprana, entre los 20 y 30 años, nombres como Ignacio Coronel Villarreal, alias “Nacho Coronel” (58 años), Ismael Zambada García, alias “El Mayo Zambada” (64 años), Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo” (55 años) o Juan José Esparragoza Moreno alias “El Azul” (63 años), comenzaron muy abajo en la estructura del narco como  lugartenientes o jefes de plaza.

 

Precisamente estos, los de mayor edad,  provienen incluso del mismo poblado, Badiraguato, Sinaloa. Son primos “El Chapo” y los “Beltrán Leyva”. El mismo “Don Neto”, tío de Amado Carrillo Fuentes alias “El señor de los cielos”, creció en los mismos parajes.

 

El relevo generacional o transmisión de poderes al interior de las propias familias, es un caso que revela edades más tempranas con inicios delictivos también en menores edades, lo que reduce en una década a sus predecesores.

 

En el caso de los llamados “narco juniors”, familiares descendientes que se involucran en la estructura de los cárteles, se encuentran Vicente Zambada Niebla alias “El Vicentillo”, hijo de “El Mayo Zambada”, arrestado a los 34 años; Vicente Carrillo Leyva alias “El Ingeniero”, hijo de Amado Carrillo, detenido a los 32 años y Édgar Guzmán López, hijo de “El Chapo Guzmán”, ejecutado a los 22 años.

 

De éstos aún no es posible determinar una edad de ingreso al crimen organizado, pero sólo por la edad de captura debió ser antes que sus antecesores.

 

Quienes figuran también entre los más jóvenes de la lista se hallan Heriberto Lazcano, “El Lazca”, (37 años) se une al crímen organizado a los 24 años cuando solicita su baja del ejército y Teodoro García Simental, alias “El Teo” detenido a los 31 años.

 

Las edades se reducen aún más conforme se baja en las estructuras del crimen organizado. Ejemplo de ello es Salvador Alfonso Martínez Escobedo, alias “La Ardilla”, capturado el pasado 6 de octubre. De 31 años de edad alcanzó la jefatura de plaza en el estado de Nuevo León al destacarse por sus métodos de ejecución aproximadamente a los 20 años de edad.