¿Charro?, no, ¡charrísimo! Y es que Napillo ya no halla cómo seguir comerciando, intercambiando y lucrando con los mineros. El oportunista no sólo doblega a los trabajadores ante el Gobierno, también los sobaja frente los empresarios: lo vemos con Carlos Slim en la mina Tayahua, lugar donde reina el terror y la amenaza hacia los mineros por parte de Napoleón Gómez Urrutia ante cualquier manifestación de inconformidad contra el empresario, aún se trate de un tema de seguridad en la mina pues siempre ha utilizado a los compañeros para explotarlos y buscar beneficio propio, que casi siempre se ha traducido en carretonadas de dinero.

Ya lo decíamos, este charro fue el principal promotor de la ley que ilegalmente pasó por encima de la Constitución y topó el reparto de utilidades a 90 días, en lugar del 10% que marca la Constitución. Sí, Napillo, como es su costumbre, afectó de manera grave la economía de miles de familias al apoyar esta ley; el efecto es la pérdida anual de millones de pesos en contra de los trabajadores.

Desde la aprobación de esta ley, en abril de 2021, Napillo sólo se ha hecho el tonto, nunca le ha dicho a los mineros que supuestamente representa lo que hizo, que él impulsó y cabildeó esta ley con los representantes obreros y legisladores para que no se opusieran al tope de las utilidades y, ahora inicia paros y huelgas ilegales a nombre de los trabajadores para que las empresas den el 10% de las utilidades como marca la Constitución o bien se sienten a negociar con él en lo oscurito una buena mochada y él quede millonario; así lo han manifestado varias empresas.

Bajo cualquier tipo de esquema o arreglo, Napillo mete mano a las utilidades de los mineros, para ser claros, de la cantidad que recibe cada trabajador este charro se lleva una comisión, sin explicación alguna, sólo se transfiere el dinero a las cuentas del Sindicato de las que él es dueño. ¿Qué hace con esos recursos? Pues no se transparenta, pero se puede ver en cada vacación al extranjero en familia o en cada viaje a promover sus panfletos donde se hace la víctima.

Los ejemplos donde Gómez Urrutia ha lucrado hasta el cansancio con los mineros sobran, por ejemplo, la huelga de Cananea que según el charro lleva 16 años, sólo porque él lo dice, ya que ningún trabajador puede no cobrar durante tanto tiempo, nadie puede estar sin proveer a su familia de lo elemental por 192 meses; es tan absurdo como los montajes de Napillo.

Para todos, incluidos gobiernos, sociedad y sindicatos, la dizque huelga es tan sólo un pretexto que dejó de ser visto desde hace muchos años como un movimiento obrero para tomarse como lo que es, un chisme inventado que Napillo insiste en revivir cada vez que quiere. Ahí los que pagan son los ingenuos que aún caen en la palabrería y promesas del impostor.

Increíblemente la indiferencia con la que han tomado este tema ha llevado al culpable de parar la mina de Cananea de manera ilegal por años, al que dejó sin empleo a miles de trabajadores, al que convirtió en poblados fantasmas a varias regiones que vivían de la mina y a quien se robó mil millones de pesos, a presionar al gobierno, parar carreteras y estrangular la economía de varios estados. Es decir, han permitido que el delincuente persiga  a la autoridad, cuando debería ser al revés.

Aún hay tiempo para que esta administración acabe con este cuento chino con el que Napillo ha explotado, amenazado y extorsionado a empresas y mineros. Es momento de que este charro pague todos sus delitos y vaya a la cárcel.

 

        @CarlosPavonC