Análisis. Especialistas llaman a revisar el modelo de financiamiento a los partidos y candidatos por “oneroso”
Foto: Cuartoscuro | Análisis. Especialistas llaman a revisar el modelo de financiamiento a los partidos y candidatos por “oneroso”  

En promedio, cada hora de las campañas electorales ha costado 1.2 millones durante el primer mes de proselitismo, según los reportes de fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), por lo que expertos se pronunciaron por revisar el modelo de financiamiento ante lo “oneroso” que resulta para el país.

De acuerdo con el Sistema de Fiscalización, al corte del 31 de marzo, se ha erogado una cifra global de 916.1 millones de pesos tanto en campañas federales como locales.

En total, están en juego 20 mil 263 cargos, de los cuales 3 mil 168 son candidatos fiscalizables y los restantes corresponden a planillas de regidores, síndicos, concejales e integrantes de juntas municipales. 

Respecto a las candidaturas que participan en el proceso y son auditadas, se trata de mil 325 van por una senaduría o diputación federal y tres por la Presidencia, mientras mil 840 compiten por cargos locales. 

Cada día, indica el registro público, se han gastado 29.5 millones de pesos desde que arrancaron las campañas, el pasado 1 de marzo, lo que da un promedio por hora superior a los 1.2 millones de pesos.

El gasto se ha concentrado en las candidaturas federales, con 812.7 millones de pesos, de los cuales 183 millones fueron erogados por Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, quienes compiten por la Presidencia.

Mientras que los candidatos estatales han gastado 103.4 millones de pesos, ya que desde el pasado 1 de marzo arrancaron campañas para las gubernaturas de Guanajuato, Jalisco, Yucatán y la jefatura de la Ciudad de México.

Los candidatos presidenciales tienen un tope de gastos de 660 millones de pesos durante los 90 días de proselitismo, mientras que para senadores va de 4 a 41 millones, según la entidad, y para los aspirantes a diputados federales es de 2.2 millones de pesos.

REVISAR MODELO

Ante la carga para el Estado que representa un gasto de casi mil millones de pesos en un mes de campañas, ya que la mayoría de recursos son públicos, el exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Javier Santiago Castillo, se pronunció por la revisión del esquema para financiar el proceso electoral.

Sin embargo, destacó que debe prevalecer el dinero público sobre el privado, además de la restricción de que empresas, iglesias y otras corporaciones patrocinen a candidatos.

“Estoy de acuerdo en un modelo híbrido, mixto, pero habría que cambiarlo todo, porque lo que pueden recaudar los partidos de dinero privado es muy bajo, es el equivalente al 10% del tope de la campaña presidencial de la elección anterior, lo cual es insuficiente”, aseveró.

Aseveró que una opción es incrementar el financiamiento de privados hasta el 40%deltope de gastos y que se adecuaran las leyes para que los fondos provinieran principalmente de militantes de los partidos, y así evitar que sean empresas o poderes fácticos los que patrocinen el proselitismo.

Por su parte, Gustavo López Montiel, de la The New School for Social Research de New York, manifestó que se debe estudiar el cambio de modelo de financiamiento de las campañas electorales, porque resultan una carga onerosa para las finanzas del país.

“El modelo es restrictivo y oneroso, lo que ocurre en otros países es que los candidatos se hacen de dinero y hay varios sistemas, por ejemplo en Estados Unidos es muy libre, muy abierto, casi todo mundo puede aportar y en otros países tienen límites”, aseveró.

Abundó que el modelo mexicano se planteó con mayoría de recursos públicos para evitar que los candidatos, ya en el poder, tuvieran que pagar favores a sus patrocinadores.

“Vemos la realidad, de que en muchos casos se percibe el pago de favores; en realidad el sistema mexicano es de mucha simulación y sí muy oneroso”, dijo.

Otra de las simulaciones en el gasto de campañas, indicó, es que la cifra real no se conoce, porque aunado a la reportado por la fiscalización del INE, están los recursos, económicos o en especie, que se aportan de manera ilegal por los gobiernos de los estados e incluso por el crimen organizado.

“Hay muchas cosas que el INE no puede verificar, una parte importante del gasto se hace el día de la jornada electoral, en el que hay que pagarle a la gente para votar, llevarlos, y ese dinero no se reporta porque es ilegal, y sale de alguna parte, por eso en realidad es una parte pequeña la que se reporta”, señaló.