La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, llegó ayer a , en su segunda visita al país en menos de un año, para abordar la política de subsidios industriales de Pekín que Washington considera “desleales”.
La responsable económica de la administración de Joe Biden llegó a la ciudad de Cantón, una metrópolis en el sur de China símbolo del poder industrial del gigante asiático.
Su avión aterrizó en el aeropuerto de Cantón, donde fue recibida por el embajador estadounidense en Pekín, Nicholas Burns, y autoridades chinas.
Con horas de reuniones bilaterales, almuerzos de trabajo e incluso un paseo en barco por Cantón, el objetivo de Yellen es llevar el mensaje de Washington al círculo más cercano al presidente chino, Xi Jinping, dijo un funcionario del Tesoro.
En Cantón, la secretaria tiene previstas reuniones con empresarios estadounidenses afincados en el país, funcionarios locales y con el vice primer ministro He Lifeng.
Luego viajará a Pekín donde tiene agendados encuentros con su homólogo Lan Fo’an, el primer ministro Li Qiang y el gobernador del Banco Central Pan Gongsheng.
Su anterior viaje, hace ocho meses, contribuyó a estabilizar una relación conflictiva entre las dos mayores economías del mundo, en particular mediante la creación de grupos de trabajo bilaterales.
En esta ocasión, Yellen quiere plantear las preocupaciones estadounidenses ante el impacto competitivo de los subsidios chinos a industrias como la energía solar o los vehículos eléctricos, en los que Estados Unidos intenta desarrollar la producción con ayuda de subvenciones.
En el pasado, el apoyo estatal de Pekín a industrias como el aluminio condujo a “una sobreinversión importante y un exceso de capacidad que las firmas chinas intentaron exportar a bajo precio”, explicó Yellen la semana anterior.